Esa noche no durmió ni un segundo. Sabía que estaba ante un desafío que podía quedar en la historia y él quería que el equipo estuviera a la altura. Por eso, además de analizar la final de ida de la Universidad de Chile que dirigía Jorge Sampaoli, se sentó junto al editor de videos del club a armar una producción motivacional para dar vuelta una historia que había arrancado con derrota 0-2.
Sebastián Beccacece quería tocar las fibras íntimas de un equipo que se sorprendió cuando, antes de la charla técnica, tuvo que ver un video de 17 minutos que empezaba con la voz de Alejandro Apo contando el cuento Una sonrisa exactamente así, de Eduardo Sacheri, que habla del Maracanazo del 50. El plantel en el que estaban Marcelo Díaz y Johnny Herrera, entre otros, se cruzaba las miradas sin entender nada.
El video, que se terminó haciendo viral, caló tan hondo en el ánimo de los jugadores que la U terminó ganando la vuelta 4-1 y coronándose campeón del torneo chileno.
Lee también: Beccaecece festejó a lo Maradona en Tucumán
Esta es una pequeña muestra de lo que el actual entrenador de Defensa y Justicia es capaz de hacer para motivar a los suyos. Porque vive todo el día pensando en el fútbol y su estancia en el club que le pelea la Superliga a Racing es una clara muestra de que es uno de los mejores de la actualidad.
“Es muy humano. Esa es una de sus principales virtudes”, dice un empleado de la Universidad de Chile que vivió todo el exitoso ciclo que Beccacece tuvo junto a Sampaoli. Y es imposible analizar el presente del Chepa, como lo apodaron de pibe en El Barrio Rosario de La República.
A Sampaoli llegó con una carpeta de sus trabajos en Renato Cesarini (club en el que arrancó a los 19 años), mientras estudiaba a la noche para ser profesor de Educación Física. A la mañana laburaba con su viejo, que tenía una distribuidora de artículos comestibles para almacén. Desde que se fue a Perú no paró nunca. Dicen los que lo conocen que con su primer sueldo le pagó el pasaje a su novia, Patricia (hoy su mujer).
"Trabajé 14 años con Sampaoli y en todos los clubes en los que estuve con él me propusieron continuar. Pero considero que cuando uno llega de la mano de alguien es importante poner un punto final", dijo cuando se desvinculó de la Selección, apenas despidieron al DT.
Loco por el fútbol. "El día de Sebastián dura más de 24 horas, si no no se entiende la cantidad de cosas que hace", dice uno que conoce el día a día del entrenador del Halcón de Varela. Es que Beccacece es un hombre ávido por aprender y por entrenar. No hace cosas que no le dejen enseñanza o que le dejen algo para llevar a la práctica. Es un loco del trabajo. Duerme cuatro de los siete días en el predio de Defensa para seguir trabajando. Cuentan que cuando estaba en la Selección con Sampaoli, un domingo libre fue a ver tres partidos. Durante sus pasos por Chile y Argentina tuvo charlas de fútbol con Simeone, Guardiola, Bielsa (su modelo a seguir) y Valverde, entre otros. No se cansa nunca de ver correr la pelota. Una pelota que tiene tatuada en toda la espalda. Amor puro.
A Beccacece la filosofía lo puede. Darío Sztajnszrajber y José Pablo Feinmann son de sus predilectos. También lee al surcoreano de moda, Byung-Chul Han, y tiene una amistad con el ex jugador de Newell’s Kurt Lutman, de quien leyó varios libros, entre ellos El agua y el pez. En la concentración de Defensa se escuchan Los Piojos (su banda favorita), Calamaro y Las Pastillas del Abuelo.
Lee también: Beccaecece no trabajará más con Sampaoli
Método de trabajo. Uno de los métodos que destaca a uno de los mejores entrenadores de la Argentina es algo que aprendió de Bielsa y desarrolló con Sampaoli. Para Sebastián, los sparrings son mucho más importantes que unos simples juveniles. En su estrategia de entrenamiento se divide en tres bloques, con tres grupos distintos. En el primero, los sparrings se entrenan para después demostrarle el trabajo a los del segundo turno y a los del tercero. Repetición y repetición. Fijación de conceptos. En su cuerpo técnico tiene dos preparadores físicos a los que les paga él. Uno es Martín Bressan (ex Selección) y el otro Ernesto Colman, el profe que puso a punto al Churry Cristaldo durante el receso del Mundial.
Su futuro. Luego de la derrota en la ida de la primera fase de la Copa Sudamericana ante Botafogo, el presidente de Defensa, Matías Lemme, aseguró que "Sebastián quiere quedarse en el club después de mitad de año". Es que muchos clubes argentinos quieren que la cabeza de su nuevo proyecto sea Beccacece. Durante el Mundial lo llamaron de San Lorenzo y Estudiantes, pero él tenía definido que su destino estaba de nuevo en Varela.
Los rumores indican que Independiente está interesado para que sea el reemplazante del ciclo de un Ariel Holan que parece estar viviendo sus últimos meses en el club. No sería una opción descabellada, si tenemos en cuenta que el objetivo del rosarino es irse a dirigir a Europa. Y para eso, por ejemplo en España, debe entrenar en la Primera durante cuatro temporadas consecutivas. Pretendientes tendrá. Pero para el futuro hay tiempo. Beccacece hoy quiere hacer historia con Defensa y Justicia.
(*) Esta nota fue publicada en el Diario PERFIL.