martes 19 de marzo del 2024

Tinelli, Macri y Angelici: todo por los puntos

El conductor llamó al presidente para que intercediera por una sanción a San Lorenzo. Reunión en el Savoy y noticia: se eliminarían los promedios.

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En medio del frenesí electoral, las negociaciones, las idas y vueltas en ese interminable camino hacia el cierre de listas del 22 de junio, el presidente Mauricio Macri y otros dirigentes políticos todavía tienen tiempo para ocuparse del fútbol. Algunos lo podrían considerar una trivialidad, un detalle insignificante, pero eso sería olvidar cómo construyó el Presidente su plataforma política para llegar a la Casa Rosada, y cómo la construyen algunas personas con sus mismas intenciones.

Esa relación siempre existente entre fútbol y política, que en Argentina se condensa y se evidencia hasta límites inéditos, quedó demostrada el jueves en un almuerzo en el Hotel Savoy, la casa de Víctor Blanco, el presidente de Racing que siempre hace –o intenta hacer– equilibrio entre todas las fuerzas en disputa. El almuerzo fue armado luego de algunos llamados del vicepresidente de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, al mismísimo Macri para que hablara con Daniel Angelici con la intención de atenuar o diluir la quita de seis puntos anunciada contra San Lorenzo y Huracán por irregularidades en las declaraciones juradas y en el cumplimiento de contratos. Se sabe: Angelici, además de presidente de Boca, es la voz de Cambiemos –pero sobre todo de Macri– en AFA y Superliga. Y en muchos otros ámbitos.

Sin embargo, lo que era un encuentro para hablar sobre esas sanciones y consensuar el reglamento para la próxima temporada derivó en una noticia de alto impacto futbolero: la idea mayoritaria para eliminar los promedios en la Superliga. Ahora habrá que homologar ese principio de acuerdo en la reunión del Comité Ejecutivo de esta semana. Los votos, salvo cambios de último momento, están. "La idea es eliminarlos, pero no ya, sino en el tiempo. Decidir ahora, pero aplicarlo en 2020 o dentro de dos temporadas", le dijo ayer a PERFIL el presidente de la Superliga, Mariano Elizondo.

Una voz en el teléfono. Los llamados de Tinelli a Macri fueron revelados por el portal Doble Amarilla. En San Lorenzo consideraban que Angelici era el artífice de la mano dura contra el club. De ahí el pedido a Macri para que intercediera ante Angelici y el Tribunal de Apelaciones de la Superliga optara por una sanción benévola para San Lorenzo y Huracán. La arena deportiva se mezcló con la arena política: en tiempo de descuento para el cierre de listas, Macri aceptó el pedido, en algo que puede leerse como un gesto hacia dos posibles adversarios de Cambiemos: Tinelli, quien evalúa alguna candidatura en provincia de Buenos Aires por Alternativa Federal; y Matías Lammens, que ya inició su campaña formal para competirle a Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad.

Con el pragmatismo de siempre, Angelici mandó en el Savoy el mensaje que le envió su amigo desde la Rosada: promover que se suspendieran las sanciones si ya existía un consenso para flexibilizar las penas a partir de agosto. Le siguió Lammens, quien pidió que en el nuevo reglamento no se sancionara ante el primer incumplimiento y se aplicara la ley más benigna. Algunos se opusieron, aunque con el correr de los minutos moderaron su postura. Curiosamente, el presidente de Huracán, Alejandro Nadur, cuyo club sufrió una quita de puntos por incumplimientos, no estaba de acuerdo con morigerar las penas y sanciones.

La conclusión fue que, esta semana, los clubes iban a expresar su desacuerdo ante una posible validación de la quita de puntos. Un mensaje que llevaría Angelici en persona, pero que algunos integrantes del Tribunal de Apelaciones de la Superliga ya lo tienen claro. “Si cambia el reglamento, la resolución lo aplicará, si es que queda el tribunal”, le dijo un integrante de ese organismo a este diario. Sabe que, aunque se trate de una cuestión jurídica deportiva, de una presunta trivialidad que involucra a clubes de fútbol, el tema llegó a lo más alto del poder político del país. Y eso a veces tiene alcances difíciles de prever.

(*) Esta nota fue publicada en el Diario PERFIL.