La más que probable llegada del italiano Daniele De Rossi a Boca podría compararse con lo ocurrido en el verano de 2015, cuando otra figura de la Serie A como lo era Daniel Osvaldo dejó Inter de Milán para venir a jugar a la Argentina.
El experimentado volante, que en mayo le dijo adiós a la Roma tras diecisiete temporadas, cumplirá un anhelo que conserva desde niño, cuando empezó a jugar y a ver fútbol.
"Cómo iba a terminar mi carrera sin haber jugado en Boca", le dijo De Rossi a la prensa italiana una vez conocida la noticia de su partida al fútbol argentino.
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El que hizo la gestión fue Nicolás Burdisso, ex compañero suyo en el equipo de la capital italiana y actual secretario técnico del club argentino.
Los medios de Italia aseguran que llegará el domingo al país para firmar su contrato. El vínculo sería hasta enero de 2020 a cambio de 500.000 dólares.
Luego de su último partido en la Roma, De Rossi recorrió Asia junto a su mujer y sus hijas. En esas vacaciones familiares meditó sobre su futuro. Tenía ofertas del Milan, la Fiorentina y la MLS. Además, el cuerpo técnico de la selección italiana, encabezado por Roberto Mancini, le había ofrecido sumarse como colaborador. El retiro, entonces, era un opción tentadora.
A su vuelta a Italia, el futbolista comenzó a entrenarse por su cuenta. Esa noticia abrió puntos suspensivos a su futuro. Y volvió a ilusionar a los hinchas de Boca.
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El próximo 24 de julio, el día que el equipo de Alfaro juega la ida de los octavos de final ante Athlético Paranaense, cumplirá 36 años.
En la lista de buena fe del certamen continental, la camiseta 16, la que usó en la Roma, es propiedad del juvenil Adrián Sánchez. ¿Se la cederá el pibe?
AM