viernes 19 de abril del 2024

River, al infinito y más allá

Las diferencias entre el equipo de Gallardo y el de Alfaro expusieron otra vez, como este ciclo millonario se actualiza todo el tiempo. La opinión de Celso Ayala.

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¿Cuándo se termina este River? ¿Hay un final posible o es un equipo, un ciclo, un estadio de felicidad que se estira hasta el infinito? Siempre es injusto y antojadizo comparar equipos o jugadores con los del pasado. Pero si hay algo que marcó esta etapa de Marcelo Gallardo es que construyó un consenso, adentro y afuera de Núñez, que dirimió un poco esa cuestión: este River es histórico, y quizá sea el más histórico de todos los River.

El paso adelante que dio ante Boca en el Monumental el último martes homologa ese estatus. No solo por el resultado, sino por la forma: River siempre se mostró superior, doblemente ofensivo y mucho más claro conceptualmente. Se impuso con nitidez y contundencia. Entre los dos equipos nunca hubo paridad en el juego. ¿Ayudó el VAR? Sí, aunque los fallos del árbitro brasileño Raphael Claus no invalidaron las asimetrías entre uno y otro dentro del campo. Sí, obvio, sirvieron –junto al planteo de Gustavo Alfaro– para devorar los minutos radiales y televisivos durante la semana.

Para colmo, como si la final de Madrid del 9 de diciembre de 2018 y ahora este triunfo categórico no bastaran, ayer el que salió a exaltar a este River y a Gallardo fue –¡oh!– Josep Guardiola. En una entrevista para TNT Sports, el condecorado técnico del Manchester City destacó esa continuidad interminable que le imprimió el Muñeco al club: "Lo que ha hecho Gallardo en River es increíble. A nivel resultados, de darle consistencia, y otro año y otro año. Y se van jugadores pero sigue estando a nivel", dijo el catalán, quien además se quejó de la perspectiva eurocéntrica de la FIFA para premiar a los entrenadores. "Hay cosas que no me explico mucho, estamos nominados tres entrenadores para el mejor del año y él no está nunca. Parece que solo existe Europa en el mundo. No entiendo cómo Gallardo no está nominado como uno de los mejores entrenadores del mundo. No solo por un año, sino por tanto tiempo", dijo.

Quizá para entender el momento de Gallardo y los elogios que recaba en todo el mundo haya que trasladarse a enero de 2018, cuando renovó su contrato con River por cuatro años y dijo, casi como resumen de lo que vendría: "Mi vínculo con River es para toda la vida". Ahí, Gallardo remarcó algunas cuestiones que, en retrospectiva, podrían leerse como los cimientos de este momento: habló de alegría, de mayor aprendizaje, mayor experiencia y de armado de grupos. Todo lo que hoy, en definitiva, representa un ciclo del que nadie conoce el final.

Ponzio, entre los concentrados. El experimentado volante volvió a la lista de convocados en River para el partido de mañana ante Patronato, en el Monumental, por la novena fecha de la Superliga.

El último partido de Ponzio, recuperado de una molestia muscular, fue el 31 de julio, cuando River empató sin goles con Cruzeiro de Brasil en Belo Horizonte y accedió a los cuartos de final de la Copa Libertadores con el triunfo por penales (4-2).

La lista se completa con: Franco Armani, Enrique Bologna (arqueros); Fabrizio Angileri, Gonzalo Montiel, Milton Casco, Lucas Martínez Quarta, Robert Rojas, Javier Pinola y Paulo Díaz (defensores); Enzo Pérez, Exequiel Palacios, Nicolás De La Cruz, Jorge Carrascal, Ignacio Fernández (volantes); Ignacio Scocco, Rafael Borré, Matías Suárez, Lucas Pratto y Julián Alvarez (delanteros).

Aunque no está en la nómina, esta semana hubo otra buena noticia: Juanfer Quintero recibió el alta.

Sin Gallardo seria otro equipo (*). No me sorprende en absoluto todo lo que ha conseguido River en los últimos años, tanto a nivel nacional como internacional, porque es un equipo que siempre sale a jugar con el mismo sistema. Y eso, más allá de los grandes jugadores que tiene, es mérito exclusivo de Marcelo Gallardo, que en los últimos años ha demostrado que está entre los mejores directores técnicos del mundo.

No es fácil llevar sobre los hombros el peso de la camiseta de River y de la institución. Hacerse cargo del equipo y ganar todo lo que ganó tan rápido es realmente muy difícil y propio de muy pocos.

Solo alguien tan convencido de sus principios e ideas futbolísticas puede lograrlo y Gallardo, ya en su época de futbolista, era una gran voz de mando. Tenía el mismo carácter fuerte y las mismas convicciones que ahora inculca desde su rol de técnico. Obviamente, también hay que darles una cuota de acierto a los dirigentes que en su momento se la jugaron por él y siempre lo bancaron en la elección de los refuerzos que les pidió. Sin Gallardo, este River no hubiera ganado todo lo que ganó y tiene por ganar. Sería otro equipo.

No me queda ninguna duda de que River va a salir a hacer su juego en la Bombonera, no tiene por qué cambiar, mucho menos con los dos goles de ventaja que le sacó en la ida.

Este River es un equipo con muchos pibes que están en un gran nivel y que saben interpretar a la perfección lo que les pide Gallardo, y si bien Boca cuenta con un plantel con más nombres desde la trayectoria, hoy por hoy, futbolísticamente, River tiene un plus sobre Boca, porque está mucho más compacto, sólido y aceitado. Igualmente, los partidos hay que jugarlos.

(*) Celso Ayala, Jugador de River en 1995-1998 y 2001-2005.