Sobran las historias de abuso y violencia de la policía brasileña en los estadios de fútbol y este sábado Darío Benedetto recordó una anécdota del día que él y sus compañeros de Arsenal terminaron detenidos en Belo Horizonte tras una gresca generalizada después de perder por goleada ante el Atlético Mineiro de Ronaldinho que meses después terminaría consagrándose campeón de esa edición de la Copa Libertadores.
"Cuando terminó el partido, obviamente calientes por haber perdido, Damián Pérez le va a reclamar al árbitro y lo cubren los policías y uno corre el escudo y le da un palazo en el estómago y lo dobló. Ahí estaban Marcone y Nervo y se armó, a tal punto que la Policía nos gatillaba, nos apuntaban como para tirarnos", describió el Pipa en Podemos Hablar luego de un 2-5 en contra en un partido disputado en un ambiente que ya venía caldeado.
"Después de todo eso y de haber tirado un par de piñas nos dijeron 'vayan para el vestuario que nosotros los acompañamos'. Nos estaban esperando y cuando pasamos nos mataron a palazos. Ellos se querían meter adentro del vestuario a seguir pegándonos y nosotros también a ellos. Y como no había lugar en medio de la calentura revoleé una silla y le corté la cabeza a un policía. Había dos compañeros en la puerta y mientras les daban palazos nadie podía hacer nada", continuó su relato el hoy delantero de Olympique de Marsella.
"Terminamos todos en la comisaría dentro del estadio. Eramos seis o siete jugadores, nos quedamos detenidos hasta las 5.30-6 de la mañana, perdimos el vuelo y quedó una causa que por cinco años no podíamos tener ningún conflicto en Brasil porque nos metían presos", agregó el Pipa que por las dudas le aclaró a Andy Kusnetzoff que no lo contaba como una gracia sino como algo que le había sucedido.
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