El ex defensor de Boca y la Selección argentina Mauricio Pineda contó cómo sufrió en carne propia el asunto de los arreglos de partidos que fue una práctica habitual en el fútbol italiano durante la década del 90 y principios de los 2000.
Pineda vistió las camisetas de Udinese, Napoli y Cagliari. Llegó a la Serie A tras haberse destacado en Boca: "Fue difícil porque uno estaba acostumbrado en Argentina a la incentivación, que nunca lo vi como algo malo porque te motivaba para dar más y ganar. En cambio, en Italia, era para ir para atrás. A Juventus, después de ganar campeonatos, lo hicieron descender tres categorías por eso".
"Me pasó que el DT nos diga vamos para atrás o juguemos despacito. Hoy sería más difícil porque están los teléfonos y todo queda registrado. En ese momento, se sabía de las apuestas deportivas en Italia. En Inglaterra, España y Alemania hasta la última fecha se podía apostar, en cambio en el fútbol italiano cuando faltaban cuatro o cinco fechas la mitad de los partidos ya no estaban disponibles. Siempre estaba la duda y luego se descubrió", dijo en una entrevista con TNT Sports.
"Siempre me manejé de una manera y me voy a dormir tranquilo. Cuando me venían a hablar les decía: ‘muchachos, esto es un grupo y me avisan nada más. Yo no voy a entrar a hacer ningún papelón. El jueves o viernes me desgarro y juegan ustedes, yo no quiero nada’. Muchas veces el DT no lo sabía, pero había otras que el mismo técnico nos decía si necesitan una manito vamos a afinar un poco. Eran otros momentos", explicó.
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— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) June 17, 2020
🗣 "No dejé el fútbol por las incentivaciones, pero le fui perdiendo el cariño"
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Pineda fue uno de los 23 elegidos por Daniel Passarella para disputar el Mundial de Francia 1998. Convirtió un gol en aquel campeonato, el tanto con el que la Selección argentina venció 1 a 0 a Croacia en el tercer partido de la fase de grupos.
"No era poca plata. Todas estas cosas que me fueron desilusionando en el fútbol. Al principio uno era mucho más inocente y lo que queríamos era disfrutar de jugar al fútbol, aunque cobraba bien y tenía un buen pasar. Por eso no dejé de pensar que era un juego, pero estas te hacen dejar de quererlo tanto", agregó.
Los amaños de partidos condenarían a la Juventus, uno de los principales equipos involucrados, al descenso a la Serie B. El 14 de julio de 2006, el Juzgado de Napoles decretó la pérdida de la categoría del equipo turinés y le fueron quitados los dos últimos Scudettos.
La Justicia italiana entendió que el 'Calcipoli', tal como se conoció mundialmente a la causa, había tenido a la Vecchia Signora como una de las patas claves. Los jefes del entramado de las apuestas compraban árbitros y pagan a rivales para que fueran a menos.
"Era una locura, nos ofrecían mucha plata y nosotros nos estábamos jugando el ascenso. Era algo increíble lo que nos planteaban algunos. Decís la pucha, te matas jugando, entrenando y hay otros que están viendo todo el esfuerzo que se hizo durante un año por plata y adelante de tu público. Por esto llega un momento en que vos pensas que ya no es más un juego, es un negocio y ahí es donde hay cosas que no te terminan de gustar y me hicieron alejarme un poquito de todo", concluyó Pineda.
AM
