Los atacantes argentinos Santiago Castro y Benjamín Domínguez (hicieron historia en Europa: Bologna, su equipo, venció por 1-0 al Milán en la final de la Coppa Italia y cortaron una racha de más de medio siglo sin levantar un título. El surgido en Vélez jugó 80 minutos, mientras que el nacido futbolística en Gimnasia no vio acción.
El Rossonero partía como favorito por haber eliminado al Inter de Lautaro Martínez en las semifinales del certamen y por su jerarquía conocida en el país. De hecho, intentó imponer condiciones mediante Luka Jović y Christian Pulisic, que se toparon con la muralla impuesta por Lukasz Skorupski. Por su parte, la Dotta impuso orden y trató de tener chances a partir de la pelota parada, sin conseguirlo.
Sin embargo, a los 10 minutos del segundo tiempo, Dan Ndoye aprovechó un rechace en corto dentro del área, se tomó un tiempo de más y, como si fuese un penal en movimiento, anotó el que sería el único tanto del encuentro. Luego, el equipo dirigido por Vicenzo Italiano se hizo firme en defensa y aguantó todas las embestidas del conjunto de Sérgio Conceição.
De esta manera, Bologna volvió a festejar luego de 51 años de sequía. Casualmente, la última conquista había sido también la Coppa Italia en 1974 (también lo había conseguido en 1970). A su vez, amplió su vitrina local con diez trofeos -el resto son ligas- y se aseguró su participación en la próxima Europa League.
SM