jueves 05 de diciembre del 2024
Análisis

El fútbol y el Covid: la pelota busca una salida de la cuarentena

Ante la emergencia sanitaria por el coronavirus, cuáles son las prioridades deportivas y las herramientas utilizadas. Prioridades y olvidados según los distintos países.

El primer registro de la palabra “cuarentena” data del Siglo XII. Se escuchó en lo que hoy es territorio italiano como respuesta contra la Lepra y, un par de siglos después, se utilizó contra la Peste Negra. Allá por 1127 y no casualmente en Venecia, meca del comercio y el transporte marítimo en occidente, el término se utilizó para identificar un aislamiento selectivo de los que se sospechaban enfermos.

“A mí me gustaba el fútbol cuando lo jugaban los líricos y los tuberculosos. Pero ahora se ha convertido en refugio de millonarios” dice Dante Panzeri que dijo Benito Quinquela Martín en su libro Burguesía y Gansterismo en el Deporte de los años 70. La generalización infundada sobre los futbolistas como niños ricos está arraigada y frases desafortunadas como las de Carlos Tevez, hace unas semanas, no hacen más que consolidar el preconcepto. Porque les aseguro que en el fútbol argentino juegan pocos multimillonarios y hay muchos laburantes.

Se detuvo a preguntarse: ¿Cuántas familias de jugadores de fútbol viven en nuestro país de su salario?

Según el “FIFA profesional Football report 2019”, informe que utiliza los registros de transferencias hay 3920 futbolistas argentinos. Un número para tomar con pinzas porque varios compatriotas pululan por el mundo con pasaporte comunitario.

Si nos enfocamos en los datos provistos por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), en nuestro país hay 103 clubes profesionales. Y mientras que en varios equipos de la Superliga pueden convivir cerca de setenta jugadores con contrato, el número desciende a medida que se desciende de categoría.

Aplicando un cálculo rápido y tomando como promedio a 30 profesionales por club entre los planteles de Primera y Reserva, en la Argentina habría más de 3000 familias de jugadores que viven casi con exclusividad del fútbol.

Tampoco habría que omitir en el cálculo lo que pasa en el fútbol femenino, que representa alrededor de un 10% más sobre ese valor. Si bien la gran mayoría de las chicas no viven exclusivamente de lo que ganan jugando al fútbol, cada club de la máxima categoría cuenta como un mínimo de ocho contratos por equipo, pero el número estimativo está cerca de las 300 jugadoras rentadas.

La realidad de los futbolistas es tan acuciante como la de las instituciones que los cobijan. Al día de hoy, una importante cantidad de equipos adeudan salarios y así como entre los equipos de Superliga son pocos los que llegan a los tres meses de atraso, en el ascenso es moneda frecuente. Entre los que hacen el esfuerzo de seguir pagando, más de la mitad han optado por abonar exclusivamente el básico, lo que el futbolista tiene en su recibo de sueldo, y diferir el resto.

Hay muchos chicos que ya no tienen de que vivir pero se arremangan, están más preocupados por el futuro que amenaza desolador. Porque pese a no percibir su salario, hoy los jugadores saben que hasta el 30 de junio están generando un ingreso que en algún momento cobrarán pero: ¿Qué puede pasar si el fútbol, tal y como lo conocemos, no vuelve en el segundo semestre?

Entre los futbolistas de las categorías más bajas reina el desconcierto. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) pretende jugar dos años sin descensos, lo que reduciría enormemente sus posibilidades de trabajo. Porque seamos sinceros, en un fútbol profesional donde la derrota no implique una pérdida desaparece la competencia y el juego deja de ser lo que era para convertirse en un picado. Lisa y llanamente.

Para colmo, Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) les aconseja que ante el retraso intimen el pago por mora, lo que luego de consumado el incumplimiento daría por rescindido el contrato, dejándolos sin ingreso vaya a saber por cuanto tiempo. Lo que necesitan es una extensión para seguir viviendo, no un finiquito.

Atentos a la problemática, la agrupación “Futbolistas Unidxs”, de la que forman parte Sebastián Vidal, Manuel Brandón y Matías Lescano, entre otros futbolistas, se opuso públicamente a la quita del descenso y propuso una medida muy interesante para la contención de los jugadores excluidos: la creación del Salario Universal para Futbolistas (SUF). Una remuneración de emergencia “financiada conjuntamente por el Estado Nacional, Futbolistas Argentinos Agremiados y la Asociación del Fútbol Argentino, entre otros actores”. El lema de la movida es: “Nadie se salva solo”. Nada más cierto en estos tiempos.

En Europa, las posiciones tampoco son homogéneas. En la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y en la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA) están muy preocupadas por los cierres de las competencias nacionales, el futuro de los torneos internacionales y las consecuencias generadas por la pandemia en temas contractuales con los sponsors, con la televisación y entre los clubes y los jugadores. Pese a su postura de generar una respuesta en bloque y consensuada, las posiciones contrapuestas fueron más fuertes, incluso entre países limítrofes: mientras en los Países Bajos, la Eredivise terminó de manera forzosa; en Alemania, la Bundesliga se dispone a recomenzar el próximo fin de semana.

Las diferencias son paradigmáticas cuando se profundiza en el tema. En Holanda, por ejemplo, no hay fútbol profesional pero sí hay fútbol para todos los jóvenes neerlandeses de hasta 18 años. Sin competencias, supervisados por un entrenador (constantemente testeado) y respetando las medidas sanitarias básicas de protocolo: lavado de manos antes y después del entrenamiento, estornudos dentro del pliegue del codo, no hay saludo de manos, distancia prudencial y sin paso por el vestuario previo y posterior a la actividad

"No podemos mantener el distanciamiento social en la cancha, pero estamos tratando de asegurar el mejor nivel de seguridad e higiene posible, con una serie de medidas especiales y muy específicas" dijo Cristian Seifert presidente de la federación alemana de fútbol, cuando confirmó el retorno del fútbol profesional con un número máximo de 300 personas en el estadio: entre jugadores, entrenadores, staff médico y de utilería e involucrados en la transmisión televisiva.

Las instalaciones se separarán en tres grandes áreas (cancha y vestuario, prensa y tribunas, y alrededores del estadio). No todos están habilitados a transitar las distintas áreas. Por ejemplo, periodistas y protagonistas nunca se cruzarán: la conferencia de prensa será por vía virtual. En la previa, a los futbolistas se les realizará un testeo de detección de coronavirus y en el vestuario, deberán mantener un metro y medio de distancia, usar mascarilla y su tiempo de permanencia máxima podrá ser de 40 minutos. Al campo de juego saldrán de manera individual, no habrá saludo protocolar ni fotografías grupales. Todas medidas de seguridad muy bienvenidas pero que no garantizan infalibilidad. Entonces, ¿qué pasaría si un jugador da positivo de Covid-19?

Aquí radica el punto más álgido y en el que las diferentes federaciones no tienen una respuesta homogénea. En la Bundesliga, por el momento, se decidió que el club no está obligado a reportar el caso a la prensa y no se forzará al plantel a entrar en cuarentena pero se suspenderán los sucesivos encuentros. Actualmente ya están conviviendo 24x7 en una instalación dispuesta por el club. En España, por su parte, si sería separado el jugador y el resto continúa entrenando normalmente, siendo constantemente testeado, para seguir jugando. Las dos posturas tienen pros y contras que habilitan el juego de la especulación pero es un tema que dejaremos para más adelante.

La dirigencia de la Premier League a diferencia de Alemania y España, donde sus máximas autoridades- Christian Seifert y Javier Tebas- se convirtieron en voceros desde el primer momento, ha mantenido un perfil bajísimo y lo que más hubo fueron rumores. Recién en las últimas horas, aceleraron las medidas y decidieron volver a jugar en la primera semana de junio. Hasta el momento, los clubes no habían podido reanudar los entrenamientos grupales y aún así tuvieron varios casos de Covid positivos: como los casos del Brighton and Hove Albion, donde juega Alexis Mac Allister.

Muchas preguntas y definiciones siguen flotando en el ambiente y variando de acuerdo a los países: ¿Qué hacer con los casos positivos?, ¿cuál es el equipamiento de protección personal y las medidas preventivas para el día a día?, ¿cómo cuidar la salud del futbolista y mejorar su rendimiento físico?, son algunos de los tantos temas.

Hasta aquí, no hablamos del juego. Seguimos preguntándonos, ¿cómo debe ser la vuelta al fútbol después de la cuarentena?  Después vendrá el resto.