En Argentina casi no se mencionó, pero México está conmocionado por el asesinato de Alexander Martínez Gómez, un joven de 16 años que jugaba como mediocampsita en la tercera división de Rayados, filial Tierra Blanca, Veracruz. Alexander, al que llamaban Chander, soñaba ser futbolista profesional, pero una bala policial se lo impidió: aunque todavía no está claras las circunstancias de su muerte, las primeras hipótesis indican que un policía municipal de Oaxaca le habría disparado en la cabeza cuando regresaba de un comercio a su casa.
El presunto asesinato sucedió el martes 9 de junio. Alexander iba junto a 10 amigos a festejar el cumpleaños de uno de ellos. Habían pasado por un comercio a comprar gaseosas, y cuando regresaban por la carretera El Amate-Acatlán, se toparon con un retén policial: sin razón alguna, los policías habrían disparado.
Alexander recibió un disparo en la cabeza y cayó. Sus amigos escaparon para avisar de la tragedia. "Los policías querían agarrar la excusa de que mi hermano les había disparado y ya le estaban 'sembrando' una pistola en la mano, se le estaban poniendo con guantes y todo, pero llegó una señora justo en ese momento y se la quitó", comentó Alexis, hermano de Alexander en un noticiero local.
Los amigos que estaban con él lo despidieron de una forma particular. Poco convencional. Su féretro estuvo en una cancha de fútbol para marcar un último gol.
AC
