Independiente volvió a tropezar en el Torneo Clausura y profundizó su presente: en su visita a San Martín de San Juan, el Rojo cayó por 1-0 y sigue sin conocer la victoria en el certamen, en una racha negativa que lo deja en el fondo de la tabla y con serias dudas futbolísticas.
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El equipo de Gustavo Quinteros comenzó el encuentro con la intención de dominar el juego, pero rápidamente desperdició un penal a favor que fue contenido por el arquero rival cuando apenas se jugaban los primeros minutos. A partir de ese momento, el conjunto de Avellaneda perdió claridad en los metros finales y repitió los errores que lo vienen acompañando a lo largo del campeonato.
San Martín aprovechó su momento en el segundo tiempo. A los 18 minutos de la etapa complementaria, una jugada aislada por el sector derecho terminó en gol de Tomás Fernández, que selló el 1-0 definitivo. El intento de reacción de Independiente no alcanzó. Un tanto de Leo Godoy fue anulado por posición adelantada tras la revisión del VAR e Independiente se volvió con las manos vacías de San Juan.
Con siete derrotas y seis empates, el Rojo continúa último en su zona y lejos de las copas en la tabla anual. El clima en Avellaneda es de frustración: el hinchada exige respuestas concretas, mientras el cuerpo técnico busca calmar las aguas afirmando que se va a ver la mano del técnico en 2026.
El problema no se limita al resultado. Hay una sensación de desconexión entre la idea y la ejecución: el equipo intenta tener la pelota, pero carece de ritmo, sorpresa y contundencia. Todos se explica en errores individuales y en los rivales que aprovechan cada titubeo.
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