La semifinal de la Copa Argentina está que arde. Vélez Sarsfield y Boca Juniors se miden por un lugar en la gran final y, luego de abrir el marcador, estiraron la ventaja con una acción insólita: el defensor Xeneize, Nicolás Figal, se metió un gol en contra.
Desde el Estadio Mario Alberto Kempes, los dirigidos por Gustavo Quinteros lograron romper el cero en los primeros 7 minutos del primer tiempo gracias a Francisco Pizzini, pero lo que no sabían es que iban a extender la ventaja de una manera insólita.
Luego de toquetear la pelota en el mediocampo, otra vez Claudio Aquino agarró la pelota y le lanzó un excelente pase de derecha en profundidad a su compañero, Matías Pellegrini.
Desde la zona izquierda de la cancha cordobesa, el volante ofensivo levantó la cabeza y quiso tirarle un centro al centrodelantero Braian Romero, quien estaba esperando el pelotazo en el área rival. Sin embargo, esto nunca sucedió.
En el momento de lanzar el pase, el defensor central Nicolás Figal interceptó la pelota pero de la peor manera posible: de derecha quiso desviar el centro y terminó clavando la pelota en el ángulo derecho de su propio arco, una acción inusual.
Ante este disparo, el arquero Leandro Brey no tuvo reacción y la pelota terminó de bajo de los tres palos, lo que provocó que el estadio cordobés exploté. Por un lado, los del Fortín gritaron el segundo tanto mientras que por el otro, los Bosteros estallaron enfurecidos.
FMZ