El tema caliente en Independiente era la continuidad del entrenador Lucas Pusineri. Entre dudas y especulaciones, hubo una reunión el martes y otra, la definitiva, este miércoles. Como suele ocurrir, algunos querían que el técnico siguiera un año más y otros deseaban que se fuera del club. Como suele ocurrir, se hizo lo que querían Hugo y Pablo Moyano: Pusineri seguirá como DT de Independiente por un año más.
Los que prefieren que el Rojo tenga otro entrenador para 2021 son el mánager Jorge Burruchaga y el secretario Deportivo, Jorge Damiani. La situación es sensible: Burruchaga estaba frente a su primera decisión importante y ahora, como el resto de los dirigentes, quedó desdibujado ante otra decisión unilateral de los Moyano.
La continuidad del entrenador de Independiente se puso en duda después de que el Rojo quedó eliminado de la Copa Sudamericana ante Lanús y cuatro días después perdió ante Boca por la Copa Diego Maradona, un partido que ganaba 1-0.
En los seis años de la gestión de los camioneros, Pusineri es el técnico al que peor le fue. Hasta ahora su equipo tuvo menos efectividad que el de Beccacece, su antecesor, que se fue por la ventana después de un fracaso estrepitoso. Para sumar a la campaña de Pusineri: no ganó ningún clásico y el año que viene no disputará ninguna copa internacional.
¿Por qué los Moyano lo sostienen? Es un reconocimiento a que se bancó la limpieza de los jugadores con contratos altos, se resignó a que le trajeran pocos refuerzos, apostó (aunque de manera obligada) a los juveniles del club y no chistó ante los desajustes que provocó la pandemia.