Cuando el fútbol se impuso en su vida allá a mediados de los ‘70, Alejandro Sabella ya tenía algunas ideas claras: era peronista y lo seguiría siendo. Antes de debutar en la Primera de River en 1974, Pachorra ya tenía encima tiempo de trabajo social en barrios carenciados, horas de lectura de "El descamisado", la revista de la izquierda peronista, y cierta simpatía con Montoneros. Esas ideas que abrazó en su juventud las mantuvo hasta su muerte, este miércoles, a los 66 años.
En 1983, cuando la dictadura estaba en retirada, hacía dos años que Sabella era una de las figuras de Estudiantes. Antes de las elecciones del 30 de octubre, la revista "El Gráfico" organizó una encuesta entre deportistas para conocer sus votos. Aunque muchos futbolistas optaron por el tibio no sabe/no contesta, Pachorra no dudó: iba a votar a Luder, el candidato del PJ.
Hijo de un ingeniero agrónomo y una maestra, Sabella se crió en una familia antiperonista. En plena Libertadora, con Perón proscripto y todos los símbolos prohibidos, Alejandro se formó entre lecturas, deseos de militancia y discusiones familiares.
De hecho, cuando ganó la Copa Libertadores de 2009 como entrenador de Estudiantes, en los festejos en el centro de La Plata, Sabella parafraseó al General: "Siento en mis oídos la más maravillosa música, que es la voz de la gente de Estudiantes".
No fue la única vez que Sabella adaptó una frase de un líder político para enviar su mensaje. Cuando volvió del Mundial de Brasil, con el subcampeonato bajo el brazo, lanzó “la Patria es el equipo”, en una obvia referencia a “la Patria es el otro”, el famoso eslogan que enunció la ex presidenta Cristina Fernández.
Apenas un mes antes, en la previa del Mundial 2014, Pachorra se sacó una foto en el predio de Ezeiza con Estela de Carlotto y otras referentes de Abuelas de Plaza de Mayo como parte de una campaña para la búsqueda de nietos apropiados durante la última dictadura militar. Meses después también se sumó a las iniciativas que propiciaban la búsqueda de Justicia por los 43 jóvenes mexicanos desaparecidos en Ayotzinapa.
Cuando Cristina presentó su libro "Sinceramente", Sabella estuvo como invitado de honor en primera fila. Por eso, cuando falleció este miércoles, la vicepresidenta lo despidió con un emotivo mensaje en las redes sociales: “Gran director técnico de fútbol y muy buena persona con un alto compromiso social”, definió Cristina.
El presidente Alberto Fernández también eligió las redes para homenajear a Sabella: “Fue un hombre con dignidad, de convicciones y principios, y así se mostró en la cancha como jugador y como técnico”, publicó Alberto.
Sabella fue el entrenador que más cerca estuvo de cerrar la grieta futbolística entre menottistas y bilardistas, sin embargo en el ámbito político siempre tuvo bien claro en qué vereda se paraba.