Durante la multitudinaria recepción que tuvo la Selección Argentina en el regreso al país, un grupo de hinchas prendió fuego a una tapa de ataúd improvisada adornada con una cruz y una foto de Kylian Mbappé. Además, Dibu Martínez se mostró con un bebé de juguete con la cara del delantero francés durante la caravana en un micro descapotable. Ambas imágenes se hicieron virales en las redes sociales.
En consecuencia, la Federación Francesa de Fútbol y una organización benéfica contra el racismo presentarán denuncias contra las personas que lanzaron insultos racistas contra Mbappé y sus compañeros en las redes tras la derrota en la tanda de penales en la final del Mundial.
En este sentido, el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, dijo a Sud Radio que las escenas eran "indignas" y se preguntó abiertamente si la FIFA debería investigar los hechos, informó Reuters.
"¿Qué hace la FIFA? El deporte es juego limpio", dijo Le Maire. "Es mostrar respeto por los demás. Es mostrar respeto por los que perdieron", agregó.
Mbappé y otros jugadores afrodescendientes, que forman la mayoría de la selección francesa, recibieron una ola de insultos racistas de una pequeña minoría de seguidores compatriotas en las redes sociales.
SOS Racisme, una asociación contra el racismo, incluyó capturas de pantalla de más de 100 comentarios de odio en una denuncia contra los autores de los mismos. La federación francesa hizo lo mismo.
"Es la expresión de una ideología de extrema derecha que dice que estas personas no deben ser consideradas francesas", declaró Hermann Ebongue, secretario general de SOS Racisme.
Añadió que los dos jugadores que fallaron sus penales, Kingsley Coman y Aurelien Tchouameni, fueron los que más insultos recibieron y que algunos de ellos incluso desactivaron los comentarios en sus cuentas de las redes sociales.
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