No tuvo que inyectarse en las piernas para crecer. Después, salvo la cáscara de la historia, es un guión copiado de Lionel Messi. El nuevo chico de la película es rosarino, viajó a España a los 12 años, debutó a los 17 en la Liga y los medios locales hablen de él como el crack argentino que puede jugar en cualquiera de las dos selecciones, aunque ya vistió la camiseta roja de la sub 19.
Acá, Nahuel Leiva es todavía un ignoto futbolista. Allá, es Nahuel. El pibe que se erigió en el jugador más joven en debutar como titular en el Villarreal (24 de febrero de este año, victoria 1 a 0 frente a Espanyol) ya no tiene apellido. En el mundo del fútbol, esa prescindencia es conferida a los grandes jugadores. Este delantero devenido volante ofensivo recién arranca su recorrido. Eso sí, quienes mejor lo conocen advierten que su estilo es un reflejo de Carlos Tevez.
Doble ciudadanía. El último 28 abril Leiva aprovechó para acercarse al vestuario visitante. Ese día Barcelona le ganó a Villarreal 3 a 2 y él no había estado ni en el banco. Sin embargo, decidió armar su propio álbum de aquel partido: se sacó una foto con el 10 del Barça y otra con el ahora entrenador de la Selección argentina. “Con Lionel Messi y con el Tata Martino, grandes personas. Tres rosarinos!”, escribió en Twitter. Pertenencia y sellos de un jugador que todavía no definió su futuro de selección.
En principio, España cuenta con el presente: Nahuel debutó el 5 de marzo de este año con la sub 19 del país que lo arropó como futbolista de primera. De todos modos, el antecedente no impediría que Leiva juegue en la Selección mayor con la celeste y blanca: todavía puede elegir hacerlo. En pleno Mundial, el chico surgido del club Adiur de Rosario también se expresó por las redes sociales. El día que el equipo de Sabella se enfrentó contra Holanda en semifinales, tuiteó: “Seguimos soñando, vamos Argentina!”.
Cuantan allegados a la AFA que en su momento Julio Grondona hizo gestiones para que la historia de Messi tenga una segunda parte, cocida al hombre sin apellido.
La llegada. “Estaba tan nervioso que no me salió nada bien”, recordó quien fuera rechazado en su primera prueba en el Villarreal. Hasta que torció su suerte y fichó con el club que mañana arranca en la Liga ante Levante, de visitante. En el lapso de casi cinco años, Leiva pensó en volver a Rosario, a convivir con sus padres y los cinco hermanos.
“Siempre me dieron consejos cuando estaba mal, desde mis compañeros hasta mis tutores. Nunca lo olvidaré”, señaló quien todavía vive en la pensión del club. “Cuando cumpla los 18 (el 22 de noviembre) me buscaré piso”, señala con la paciencia del que camina sin saltear pasos. Por ahora forma parte de esa especie de La Masia del Villarreal, donde Leiva dice que hay “todo lo que necesita un futbolista”.
Con apenas unos puñados de minutos en Primera, su nombre ya tiene peso en el Submarino Amarillo. En una nota publicada en el sitio web El periódico mediterráneo, Leiva o Nahuel se refirió a lo inevitable: “Hemos llevado vidas paralelas, aunque él jugaba en Newell’s y yo en Adiur, pero él es muy grande y yo estoy empezando. Jugar contra él me haría muchísima ilusión”. En este caso, él es Messi.
Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil