La lucha por la vuelta a Boedo estuvo llena de valores que dignifican la vida y que, por otra parte, ratifican que lo esencial no siempre pasa por lo material. Qué más lindo que ver cientos de historias familiares donde se compraban metros cuadrados respetando memorias de abuelos y padres, y con la ilusión de una reivindicación histórica que tenía mucho de utopía cuando se inició.
La gente de la subcomisión, que puso como eje central de sus vidas el objetivo de la vuelta, dedicó horas y horas a realizar una tarea titánica, convenciendo a propios y extraños con argumentaciones muy consistentes.
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San Lorenzo nunca se fue de Boedo. Siempre estuvo el sentimiento presente, y ya llevábamos unos años ratificando nuestra vuelta física al barrio más lindo del mundo que a San Lorenzo lo vio nacer: con la compra de la sede en Avenida La Plata, con la construcción del Polideportivo Pando, que ya fue sede de espectáculos deportivos de alto impacto local e internacional (futsal, boxeo, tenis, y campeones de América en básquet), y con actividades culturales para todo público.
Otro valor que enaltece esta lucha es el de la unidad sobre la división, y de lo colectivo sobre los personalismos. Gracias a todos los que acompañaron esta gesta, aún sin tener la camiseta puesta. Esto reivindica valores que nos hacen bien a todos.
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Festejamos la Copa Libertadores, pero la escritura de Avenida La Plata no tiene comparación. Tendremos que afrontar los próximos pasos sabiendo que todo es posible.
(*) Vicepresidente segundo de San Lorenzo.
