miércoles 11 de diciembre del 2024
Análisis

Icardi, la pareja de Wanda que juega al fútbol

El delantero argentino de PSG que pese a haber alcanzado la elite, se lo reconoce más por su pareja y por las cuestiones extrafútbolísticas que por lo que juega.

Todos tenemos un nombre. Es lo primero que aprendemos a pronunciar, junto con mamá y papá. Nuestro nombre nos identifica primero, en casa, y nuestro apellido nos diferencia, cuando ya somos más grande y salimos a la sociedad. Con el tiempo, hay un grupo muy selecto de personas que logran llevar su nombre a un punto donde alcanza para identificarlos sin siquiera necesitar del apellido. El Diego y Lio hablando de fútbol, Cristina y Mauricio en la política y así podríamos seguir enunciando. ¿Entraría Wanda en ese grupo selecto? Mauro, seguro que no.

Mauro Icardi nunca ha sido un jugador que se comprometiera demasiado con el juego en equipo. Puede pasar largos minutos de un partido sin tomar contacto con la pelota. Eso no quiere decir que no esté concentrado, sino que su foco está en otro lado: apoyado en su intuición busca la mejor ubicación disponible para recibir el último pase y tocar al gol. Esa es su meta.

Así es Icardi, resulta ser que cuanto más desentendido de la construcción colectiva se lo ha visto, mejor le ha ido en su cuota goleadora. Los números lo muestran. El ejemplo perfecto está su paso por el Internazionale de Milán, donde temporada tras temporada (en esos 5 años) fue reduciendo su promedio de pases por partido: desde 20 en la 2013/14 a apenas 11 en la 2017/18, donde tuvo su mejor performance y concluyó como “il capocannonieri”.

Aquel momento fue el primero y único, en su carrera deportiva, donde realmente se lo pensó como candidato firme a titular en la Selección argentina. También fue el único donde se habló más de sus virtudes futbolísticas que de su compañera.

Wanda Nara Mauro Icardi

Wanda Nara es la compañera de Mauro Icardi y el vínculo que tienen posee ribetes únicos y nunca vistos en el fútbol: porque fue la mujer de un compañero y amigo, porque tiene siete años más que él y porque al poco tiempo, además de ser la madre de sus hijas, se convirtió en su representante. Fue tanta la masividad generada que su apellido dio luz a un neologismo “Icardiar”, como la acción de traicionar una amistad enganchándose con la mujer de tu amigo.

Desde aquel ya lejano 2019, cuando comenzaron los problemas con el Inter y su mujer era noticia por ser panelista de uno de los programas deportivos más vistos en la televisión italiana, las acciones del futbolistas vienen en descenso. En su última temporada en el club, antes de pasar a Francia, contabilizó más ausencias que presencias y su cosecha de goles descendió estrepitosamente de 29 a 11.

Llegó al Paris Saint Germain para la temporada 2019/20 y lo agarró la pandemia. Del torneo corto de 27 fechas que se disputó en Francia, fue titular en la mitad de los partidos (14) y convirtió 12 goles. A las instancias finales de la Champions League, donde su equipo fue finalista, las vio desde el banco de suplentes (Leipzig y Bayern Munich).

La temporada 2020/21 fue peor. En la Ligue 1, solo vio acción en menos de la mitad de los minutos: fue titular en 11 partidos y suplente en 9, convirtiendo 7 goles. En la Champions, solo tres de doce. Poco y nada. Todos gracias a la llegada de su compatriota Mauricio Pochettino como entrenador. Antes ni era convocado.

Si antes la competencia por las tres posiciones de ataque, con Mbappe, Neymar y Di María, ya era complicada, con el arribo de Lionel Messi para la temporada 2021/22 se tornó cuesta arriba pero de tanto en tanto entraba los últimos minutos para intentar cambiarle la cara al ataque.  En este contexto, en pleno retroceso en su participación, nuevamente es noticia por cuestiones que no tienen que ver con el fútbol.

“Mauro tiene un problema personal, no pudo entrenar hoy. Está en la lista para este martes y lo veremos esta noche cuando llegue. Analizaremos la situación para ver si puede estar dentro del grupo o no”, afirmó el entrenador argentino en conferencia de prensa.

Su equipo juega hoy ante Leipzig (Alemania) en París por la tercera jornada del grupo A de Champions League. Partido importantísimo, en un momento difícil del equipo donde el funcionamiento no está fino y los resultados llegan en cuenta gotas pero, como en la mayor parte de la vida de Icardi, sigue siendo más noticia de farándula que de fútbol.

Su caso es un ejemplo perfecto sobre donde está el deseo detrás del sueño de ser futbolista. Unos anhelan la tranquilidad y felicidad que te brinda el dinero. Otros el poder, que te otorga ser bueno en el juego. Ahora no son pocos los que ambicionan, por encima de todo, ostentar la fama de formar parte del jet set. A veces, en pos de ese camino, hacen a un lado a su carrera deportiva.

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