La judoca Paula Pareto, ganadora de la primera de las tres medallas de oro argentinas que depararon los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, fue la abanderada albiceleste en la ceremonia de despedida, luego de dieciséis días memorables.
En estos Juegos también terminaron en lo alto del podio Santiago Lange y Cecilia Carranza en vela y el seleccionado masculino de hockey sobre césped, Los Leones, pero el público valoró de la misma forma la presea plateada que distinguió el gran esfuerzo del tenista Juan Martín Del Potro.
El desfile de las 207 delegaciones frente a los espectadores que se acercaron al estadio Maracaná quedó marcado a fuego por el show de fuegos artificiales y un alegre espectáculo musical brasileño bajo la lluvia.
Veintisiete niños cantaron en su día el himno de ese país en representación de cada uno de sus estados y el Distrito Federal mientras brillaban en el escenario Martinho da Vila, Barbatuke, Pixinguinha, Braguinha y Noel Rosa, entre otros artistas.
Entre tanto, los deportistas celebraban alrededor del campo la obtención de sus preseas o intentaban registrar con sus teléfonos celulares el momento para siempre, cuando no disfrutaban de la compañía de algún ser querido.
Se realizó también la última premiación de la competencia y el fondista keniano Eliud Kipchoge tuvo el honor de recibir la medalla de oro escuchando el himno de su país bajo la ovación de todos los presentes.
Con una bellísima canción de Mariene de Castro se extinguió el fuego encendido por el ex maratonista Vanderlei de Lima y el pebetero quedó en espera de la próxima llama olímpica, que resurgirá en 2020 en Tokio.
Fuente: DyN
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