En la previa de la final del Torneo Clausura entre Estudiantes de La Plata y Racing Club, disputada en Santiago del Estero, un camionero decidió darle una mano a un grupo de hinchas pincharratas que habían quedado varados tras distintos inconvenientes en el viaje.
El hombre, identificado como Juan Manuel Ferreyra, se encontró con los simpatizantes en plena ruta, luego de que algunos micros sufrieran choques y desperfectos mecánicos que complicaron la llegada al estadio. Sin dudarlo, los subió a su camión y los acercó hasta el destino, permitiéndoles cumplir el sueño de presenciar la final y sacarlos de la ruta dónde hacía muchísimo calor.
La escena fue registrada por los propios hinchas y rápidamente se viralizó en redes sociales, donde el camionero fue celebrado como un héroe anónimo. Sin embargo, la repercusión pública también tuvo consecuencias puertas adentro: poco después de que la historia tomara estado masivo, la empresa para la que trabajaba decidió despedirlo, argumentando el uso indebido del vehículo durante su jornada laboral.
La noticia generó indignación y tristeza entre los hinchas de Estudiantes, que no tardaron en expresar su apoyo y agradecer el gesto desinteresado. Mientras tanto, el caso volvió a poner sobre la mesa una postal habitual del fútbol argentino: la pasión que empuja a cruzar límites y la solidaridad que aparece cuando todo parece perdido, aunque a veces el precio a pagar sea demasiado alto.
LT.
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