Una nueva fecha del Super Rugby, la quinta, pondrá mañana (18.40 hs) frente a frente en el estadio de Velez Sarsfield, a la franquicia argentina Jaguares ante Queensland Reds, el equipo australiano con base en la ciudad de Brisbane.
Los Reds, un equipo que está viviendo etapas de claros altibajos, muchas veces por razones anímicas, llega a Buenos Aires
fortalecido mentalmente por una victoria como local ante los Bulls, de Pretoria, un equipo que parecía venir en alza. En su propia historia tiene antecedentes que lo ubican entre los equipos más respetados: campeón en 2011 y semifinalista en 1996, 1999 y 2001; cuando en sus filas había nombres como Will Genia y Quade Cooper entre otros, internacionales por su país hoy ganados por los dineros del rugby francés e inglés.
Una mirada general a su trayectoria, muestra a los Reds con las mismas (o muy parecidas) dificultades ante la ardua contundencia de los equipos neocelandeses con la que se encuentran los Jaguares. Lo que hace suponer un encuentro equilibrado que puede volcarse por el que menos se equivoque. Los visitantes tienen una delantera fuerte, sólida, que suele imponer su buena técnica colectiva. Posiblemente, este partido ante Jaguares les deje ver si les espera otro año opaco o están para cosas mayores.
A ese rol de examinadores los Jaguares deberán adherir el de examinados, pues el resultado puede darle indicios respecto a lo que les espera, porque no hay dudas de que sus próximos dos rivales en Buenos Aires -los dos siguientes fines de semana- son claramente más fuertes que los Reds en este momento.
El equipo argentino pondrá en el campo los mismos quince hombres que iniciaron el partido contra Waratahs, un comienzo que resultó sorprendentemente positivo. Puede ser por aquella vieja verdad futbolera que sostiene que "equipo que gana no se toca ", o porque el nuevo coach, Mario Ledesma, encontró el equipo que buscaba. Eso lo dirá el tiempo.
Los cambios llamativos vuelven a estar en el banco local. La pareja de medios de reserva sorpresivamente vuelve a ser Martín Landajo como medio scrum y Juan Martín Hernández como apertura, en lugar de Felipe Ezcurra y Joaquín Díaz Bonilla, que no habrían satisfecho a los entrenadores -con ciertas razones muy admisibles- en los minutos que dispusieron en campo.
(*) Especial para 442
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