Lionel Messi es la gran figura de la Copa América hasta acá haciendo lo que acostumbra hace 17 años, goles y asistencias. Pero además, en este torneo gracias a su madurez y luego de una marcada renovación generacional en la Selección argentina, se convirtió en un verdadero líder y en la definición por penales ante Colombia no se le escapó ni un detalle.
Lo primero que hizo fue convertir el suyo pateando de gran manera al palo izquierdo de David Ospina. Luego inmediatamente alentó a Emiliano Martínez, la gran figura de la noche en Brasilia.
Pero lo mejor estaba por llegar. Primero festejó como loco la atajada de Dibu a Dávinson Sánchez pero enseguida se lamentó por el penal desviado de Rodrigo De Paul, a quien se acercó a consolar demostrando su liderazgo como el verdadero capitán.
"¡Bailá ahora!", enloqueció Messi a los saltos cuando Yerry Mina no pudo con Martínez. Leo aplaudió mirando desafiante al grandote marcador central colombiano de quien fue compañero en Barcelona pero al parecer no le gustó alguna actitud y aprovechó ese momento para sacarse la bronca.
Messi festejó como propios los tantos de Paredes y Lautaro Martínez y explotó junto a todos sus compañeros cuando la clasificación ya era una realidad. Leo quiere ganar la Copa América y lo merece más que nunca.