Como en todo partido en el fútbol argentino, se puede fallar un pase, errar un gol o perder una marca, pero no se acepta resignar entrega, esfuerzo y compromiso y así entendieron y jugaron la final de la Copa Argentina tanto Boca como Talleres, al límite.
Y uno de los que sufrió el exceso de pierna fuerte, roces y choques fue Agustín Almendra cuando a los 21 minutos del primer tiempo fue a disputar una pelota aérea con el defensor colombiano Rafael Pérez.
El jugador de Talleres saltó con el codo bien arriba y le provocó un corte profundo en el cuero cabelludo a Almendra.
El mediocampista de Boca debió ser asistido por los médicos y volvió a la cancha con un gorro de natación para parar la hemorragia y poder seguir jugando aunque sobre el final del primer tiempo, se lo notó mareado.
No fue la única jugada discutida por Boca porque sobre el cierre de la primera etapa, Carlos Auzqui le dio un patadón involuntario en la cabeza a Marcos Rojo que fue sancionado con tarjeta amarilla por el árbitro Darío Herrera.
Por otra parte, Ángelo Martino y el peruano Luis Advíncula vivieron un partido aparte con distintos cruces en distintos momentos del juego que derivaron en un caliente cruce cara a cara.