Quilmes, que superó por 1 a 0 a Ferro Carril Oeste como local en un final de partido escandaloso, y Barracas Central, alcanzaron hoy la final del Reducido de la Primera Nacional por el segundo ascenso a la Liga Profesional, para determinar cual de ellos acompañará a Tigre a la máxima categoría del fútbol argentino. Esa final se disputará a partido único el próximo martes 21 del corriente desde las 20.10 en el estadio de algún club del sur del Gran Buenos Aires.
El mencionado bochorno con el que concluyó el partido en el estadio Centenario obedeció a una falla decisiva del árbitro, Nicolás Lamolina, que aparentemente a instancias del juez de línea, Yamil Bonfá, sancionó como penal una falta inexistente del arquero de Ferro, Marcelo Miño, sobre el recién ingresado delantero quilmeño Federico Anselmo, quien se hizo cargo de la ejecución que le terminó dando la victoria a su equipo.
Iban 30 minutos del complemento y en el cuarto de hora final los visitantes presionaron en pos de una igualdad que merecían, pero no lograron quebrar esa diferencia con la que Quilmes pasó luego del empate 1 a 1 del cotejo de ida en Caballito.
"La sensación que me queda es que no es justo definir una definición semifinal con un grave error del árbitro Lamolina al sancionar el penal. Fue una jugada insólita, porque el juez dudó y en principio parecía que no lo iba a sancionar. Él sabe que se equivocó y si es un hombre de bien tendrá que llamarme y darme las explicaciones correspondientes. Es una lástima, porque era el momento justo para ascender", cuestionó al término del encuentro el presidente de Ferro, Daniel Pandolfi, a TyC Sports.