lunes 06 de mayo del 2024

Cómo importar un modelo que no funciona

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El pretendido nuevo torneo argentino con 38 clubes (o 40 según otra versión), uniendo lo que hoy es Primera, Primera B Nacional y los campeones de la B Metropolitana y el Argentino A tiene dos motivos y una inspiración.

Los motivos son: 1) devolver, rápido, a River a la elite; está claro que deportivamente nadie cree que River, como le pasó a Central este año, regrese apenas mostrando la camiseta. Si no hay modificación de torneos corre el riesgo de permanecer varias temporadas en la ‘B’ Nacional; de paso se favorecen Gimnasia, Quilmes, Huracán y Central; 2) evitar que cualquier otro grande en este próximo campeonato se caiga de la ventana de los promedios y acompañe a River. Si seguimos así en poco tiempo la B Nacional va a tener más nombres ilustres que Primera. De hecho ya hay casi tantos campeones clase A jugando en Segunda cuanto en Primera. En la 'B' Nacional son 6, River, Chacarita, F.C. Oeste, Quilmes, R. Central y Huracán; y en la 'A' son 10, Racing, Boca, Independiente, San Lorenzo, Vélez, Estudiantes, Argentinos Jrs., N.O. Boys, Lanús y Banfield.

De estos dos motivos obvios y primarios, surge uno más trascendente y otros perimetrales. El trascendente es político. El gobierno quiere la federalización y empujó a la AFA a que juegue al fútbol mayor todo el país y que los Grandes no desciendan porque si no se derriten los atractivos. ¿De que le serviría a Brown de Madryn jugar en la ‘A’ si River, Independiente y San Lorenzo, por ejemplo, jugaran en la ‘B’? El Gobierno supone que el ‘Fútbol para Todos’ junta votos y financiará esta locura, su locura. Incluso creando, en sociedad con la Asociación del Fútbol Argentino un nuevo canal exclusivo para las transmisiones: AFA-TV.

Los motivos periféricos tienen que ver a) con la distribución de esas ‘Monedas para Todos’, que no son pocas: la actual inversión de 600 millones de pesos anuales va a duplicarse; b) con el régimen de clasificación a las Copas (la Conmebol y las TVs no son felices con Argentinos Juniors jugando Libertadores y Sudamericana mientras River y Boca la escuchan por radio); c) con la voz y el voto de los miembros de los diversos Comités en las Asambleas y d) una serie de entuertos menores que si ya no son fáciles de administrar ‘estando todo bien’, complican demasiado ‘estando todo mal’, como en el fondo está el fútbol argentino por ‘jugar limpio’. Seamos sinceros, si hoy tienen que armar este mamarracho para corregir los descensos que no querían que sucedieran, ¿no era mas fácil haber ‘arreglado’ un par de partidos y dejar a River, Huracán y Quilmes en Primera? Aníbal Fernández, además de hombre fuerte del Gobierno es vice-presidente del Cervecero… Apostaron al ‘juego limpio’ y les salió mal. Ya sabemos que en fútbol si no se marcan las cartas puede ganar cualquiera. Fue lo que sucedió. De todos modos no dejemos pasar por alto la lección de que no todo se compra como nos quieren hacer creer algunos periodistas con alma de barrilete y todos los que van atrás como si fuera un mesías oriental…

Un periodista amigo, bien informado, me dice que Passarella nunca imaginó que su encuentro con Cristina Kirchner, cuando lo recibió en Olivos, después de su pelea pública con Don Julio, podría terminar en esto. Según él, después de esa reunión Cristina le dijo a Aníbal Fernández que salvara a River de alguna manera. Y Fernández, como hábil articulador que es, encontró el modo de salvar a River… y a su Quilmes. Y en el arrastre ascendió a medio país. Puede ser. Y si lo es, señores, fíjense la fuerza de River. Ni imaginemos que hubiera pasado si el descendido hubiese sido Boca!!!

MALA COPIA… Pero este nuevo formato, que -ya lo veremos más adelante- no es nuevo, se inspira inicialmente en el modelo brasileño como reconoció Lerche, el presidente de Colón, donde -más o menos- participan mas clubes del interior en el fútbol mayor. Brasil juega el primer trimestre del año sus torneos Estaduales (serian provinciales para nosotros) y después el campeonato nacional brasilero, su llamado Brasileirão. Los Estaduales nada clasifican hoy para el campeonato principal; sus campeones -junto a ‘los grandes’que entran automáticamente, salvo que hayan sido rebajados a la Segunda División- clasifican apenas para disputar la Copa do Brasil que manda su campeón directamente a una plaza de la Libertadores. Y punto.

Como acumulo 18 años viviendo en Brasil, conozco de qué se trata esto y puedo garantizar que es el peor modelo que podría copiarse. No porque los brasileños lo hagan mal, sino porque lo que tienen, harto modificado, es una herencia y no un ideal. Brasil es tan enorme, que recién en 1959 jugó su primer torneo y sólo porque la Conmebol obligó a la CBF, para que Brasil tenga un representante ‘nacional’ en la Copa Libertadores.

En Brasil, por su tamaño, las selecciones hasta la década del 30 eran exclusivamente de San Pablo o de Rio de Janeiro, de uno u otro estado. Apenas después del Primer Mundial comenzaron a formarse -algunas veces, no siempre- combinados entre paulistas y cariocas, sólo entre ellos. Y recién en la década del 50 fueron convocados algunos cracks fuera del eje Rio-San pablo para las selecciones nacionales. Ya en los sesenta, con las comunicaciones mas aceitadas, podríamos decir que se montaron seleccionados realmente brasileros, esto incluyendo bahianos, pernambucanos, catarinenses... Si era complicado convocar un jugador para viajar, entrenar un poquito y defender la selección, mucho más lo era para un equipo completo y, por tanto, totalmente inviable para varios equipos, jugando semanalmente un campeonato nacional.

Eso mismo, las largas distancias, la geografía montañosa y el clima contrastante, hicieron imposible hasta los años sesenta el ‘Fútbol entre Todos’ los brasileños. Antes era inviable físicamente viajar tantas horas y tantos kilómetros y había muy pocos vuelos; también era inviable económicamente, porque esos traslados resultaban costosísimos, la hotelería en muchos lugares no comportaba las necesidades de grandes delegaciones y la seguridad no podía garantizarse, en fin, no era lo que los brasileños querían, sino lo que podían hacer dentro de su extenso y polifacético mapa.

CUESTIÓN DE PESO(S). En las últimas décadas ese escenario mudó completamente y muchos Estados hoy se asemejan a países. Sus PIBs son iguales o mayores. Sólo Rio de Janeiro, por ejemplo, equivale a Chile. Rio Grande do Sul supera a Uruguay. Esto significa que económicamente hay posibilidades. Sus sponsors pagan fortunas porque tienen retorno. Un dato: lo que Petrobrás paga por el pecho de la camiseta de River, mas lo que paga Tramontina por estampar su logo en las mangas del ex millonario, equivale a las mangas del Flamengo… Corinthians en 2010 recaudó por patrocinios, más que todos los clubes argentinos de Primera juntos. Y el sueldo de Neymar, en la final de la Libertadores de este año, era una ofensa para los jugadores de Peñarol: duplicaba el salario sumado de los 22 cracks uruguayos que le disputaban la Copa. Por eso no se puede mirar a Brasil. Juega grande, juega a otra cosa.

Volviendo a los torneos Estaduales que son los que mezclan a los Grandes con los Chicos, que continúan disputándose a lo largo y a lo ancho del país, y al Brasileirão que ya probó todas las formas posibles de enfrentamientos, con zonas y sin zonas, largos, cortos, eliminando, clasificando, alguien podrá decir que desde aquellas imposibilidades hasta aquí hubo tiempo suficiente para corregir todo. Sí y no. Porque los derechos adquiridos de muchas instituciones hicieron y hacen que muchas correcciones no salgan del papel. De todos modos, y para que quede claro, buscando el formato ideal, de las 52 ediciones que el Brasileirão posee, sólo cinco veces se jugó igual de un año para otro. Y este fenómeno es bastante reciente, hasta porque la TV Globo que es quien siempre compra los derechos porque en Brasil, en share, equivale a Canal 13 y Telefe sumados, requiere para su programación determinadas pautas que la CBF acepta. Como los horarios: los partidos nocturnos comienzan después que terminan las novelas de ‘la Globo’. Y no solo los partidos brasileros, también los de Libertadores, Sudamericana e inclusive la Copa América que acabó de finalizar en la Argentina: la emisora del Jardín Botánico carioca es quien más paga en todo el continente… Por tanto 21:45 es la hora del fútbol iluminado si ellos transmiten en directo, claro. Argentina y Uruguay jugaron en ese horario porque ellos lo agendaron. Y se acabó.

OTRA REALIDAD. Hasta fines de los años 80, por fuerza de tradición, los Estaduales eran más importantes que el campeonato brasilero. Ser campeón Estadual tenía el verdadero significado de campeón para los habitantes de Brasil; la población concentraba inclusive su conocimiento casi exclusivamente en lo que había y sucedía en su Estado, o sea en su alrededor más próximo. Cada Estado se comportaba como una pequeña nación -algo de eso todavía continua sucediendo-. Esto es típico en países continentales (nosotros no lo somos). Jugar con un club de otro Estado o de otro país era más o menos lo mismo para la mayoría de las personas comunes; para un hincha del Palmeiras de San Pablo, poco interesaba ganarle al Alianza de Perú o al Avaí de Florianópolis, o perder con Colo Colo de Chile o el Sport Recife de Pernambuco. Lo que interesaba era derrotar al Santos, al Corinthians, al San Pablo, a Portuguesa, los otros paulistas, porque al día siguiente sus hinchas se encontraban en la calle, en el bus, en el trabajo, con torcedores de esos clubes, no del Atlético Curitiba o del Gremio de Porto Alegre o el Fortaleza de Ceará.

Todavía hoy el Flamengo de Rio de Janeiro es el club con más hinchada nacional y eso se debe a que Rio era la Capital del país y las únicas radios que transmitían en cadena nacional eran las cariocas, precisamente las de la Capital. Así, narraban los partidos entre Flamengo-Fluminense y Vasco-Botafogo para todo el territorio. Como el Fla era quien más vencía el torneo de Rio, sus hinchas se multiplicaron por Amazonas, Mato Grosso, Alagoas y Paraná por citar sólo algunos Estados.

Los Estaduales se mantienen desde entonces y son la vitamina que durante un trimestre alimenta cada año a un montón de clubes chicos que siguen soñando como siete décadas atrás con ganarle al Santos. Y son, en paralelo, la enfermedad que los mata el resto del año, porque la mayoría, después, participa en pequeñas ligas regionales o desarma sus equipos (costosos para sus economías) y los rearma un mes antes del siguiente Estadual, con tal de seguir participando y no quebrar. A su vez, los Estaduales son una gran complicación para los grandes clubes, que exponen a sus cracks enfrentando a nadie, para una escasa rentabilidad económica y deportiva.

ETERNA DISCUSIÓN. Desde que llegué a vivir a Brasil, dos décadas atrás, escucho discutir si los Estaduales deben permanecer o no, al menos con los clubes importantes integrándolo, ya que obligan a que sean torneos de un solo trimestre (después tienen Brasileirão, Libertadores, Sudamericana, no pueden extenderse). Los Grandes no quieren jugarlos, porque -insisto- la TV les paga menos y su participación no tiene significado deportivo que lo justifique. ¿Pero quién cambia esta estructura? ¿La CBF? No, la CBF se dedica a la selección prioritariamente y a reunir votos de los clubes regionales para conservar su poder, por lo tanto no va a cambiar aquello que no la incomoda particularmente. La CBF, por esa actitud casi indolente, ya enfrentó al llamado Clube dos 13, que originalmente reunió a la elite de los 13 mayores clubes del país, fundado dos décadas atrás, para hacer lo que ellos decían y no lo que los clubes chicos le pedían a la CBF. En ese momento pasó en Brasil lo que podría pasar ahora en Argentina si no se federalizara más de lo que está, el ‘Fútbol para Todos’. Hoy el Clube dos 13 sigue llamándose así pero se infló a veinte entidades y este año se desgarró en varios pedazos por causa de la oferta que la TV de los obispos de iglesias alternativas (Record) le hizo por separado a algunos clubes para que no entren en ‘la bolsa de la TV Globo’. Imaginemos que Canal 13 tiene los derechos de Boca, Huracán e Independiente y Telefé de River, Racing y San Lorenzo. Un mejunje. Al que posiblemente llegaremos el día que el Kirchnerismo deje el Gobierno y su sustituto no financie más el fútbol federalizado. Por eso, mirando a futuro, creo que estamos importando fórmulas erradas, que no funcionan ni son unanimidad donde nacieron y menos funcionarán adaptadas a nuestra cambiante vida social y política.

Del fútbol de Brasil, por ahora, no hay nada para copiar, porque es un país distinto, con necesidades diferentes y principalmente con un mercado y un bolsillo que se alimenta de otras nutrientes, generalmente engordantes, muy opuestas a las pocas que consigue saborear el famélico balompié argentino. Se puede llegar a hacer algo parecido, si, pero sólo si por acaso sale similar y no por propia procura. Hagamos lo que el paladar futbolero argentino reclama y lo que los clubes que generan fútbol precisan que sea hecho, dentro de sus apretadas posibilidades, pero no copiemos más porque otra vez volveremos a equivocarnos. Ni resolvamos porque un político es vice de un club o porque a la tele le duele que uno de los grandes generadores de Rating esté en la ‘B’.

HAY UNA ZANAHORIA… Generalmente coincido con muchas de las decisiones de Grondona, porque es un dirigente de fútbol y como tal sigue la lógica del fútbol y no la de otras burocracias, pero esta vez estoy lejos de acompañarlo en la idea. Porque si (como dicen algunos -yo no lo creo-) lo hace para ganarse los votos del interior que precisa para ser reelecto, está despilfarrando su capital que es el deseo-dependiente que les genera a los clubes, lo que morirá cuando estos concreten su voluntad y perciban que ya no dependen de Don Julio sino de sus propias alianzas. Darle la llave de casa al hijo es perder autoridad de decisión sobre él. Por eso hay que dársela a los 18 y no antes. Esto es igual. Si Grondona lo hace para asegurarse la próxima re-re-re(…)re-elección es porque decidió retirarse después de ese mandato.

Pero esto no es idea de Grondona sino imposición gubernamental de una idea que mostró su principal adversario, el empresario multimedios mendocino Daniel Vila. Grondona, que tampoco rifaría lo que tantos años construyó con destreza arquitectónica, aceptando la imposición gubernamental, deja sin votos a Vila que quería desplazarlo dándole al interior el lugar que quiere. Sólo en eso veo su mano en este proyecto que se aprobará el 18 de octubre próximo cuando vuelvan a reunirse los que antes decidían y ahora consienten. El lunes esto tuvo el 80% de aprobación en una hora, siendo que la mayoría de los participantes desconocía el nuevo mapa de la Primera División que se les presentó. Hummmm…

Grondona no está eternizado en la AFA porque los demás dirigentes no tienen coraje o se dejan comprar, terminemos con esa cantinela que a esta altura -tres décadas después- no se la cree nadie que tenga dos dedos de frente. Don Julio es ‘el padrino’ porque a los demás no les da el crédito sino para ser meros ahijados. Regentear el fútbol argentino es la tarea más difícil que un ejecutivo pueda encarar y más compleja que un político pueda gobernar. En un país donde manejar un taxi ya es inhumano, ni pensar en manejar el fútbol que genera tantas pasiones, mueve tantos intereses, urde tantas sospechas; donde los inteligentes pierden la razón y los fríos se mueren infartados; definitivamente no es para cualquiera. Es para Grondona.

Justamente por eso llamaría la atención este movimiento, si fuese obra del consagrado ferretero, si no tuviera la mano ‘K’ por atrás. Confuso a mi entender y poco atractivo desde todas las miradas, excepto la dirigencial provinciana o la de un hincha de Defensa y Justicia que en vez de volver a la ‘B’ Metropolitana verá a los Halcones jugar la ‘A’ sin ganar deportivamente ese derecho. Que no haya descenso este año en la categoría máxima y que nadie necesite esforzarse demasiado en la ‘B’ Nacional explican mucho politicamente, pero no explicarían a Grondona, el Galielo Galilei de nuestro fútbol (si la prensa de hoy representara a la Iglesia de su época).

Por otro lado, este sistema de muchos clubes nacionales divididos en zonas, no es nuevo. Es una película que ya vimos en los sesenta cuando Don Valentín Suárez, interventor afista, la exhibió en gran estreno, dándoles vidriera a los clubes campeones del interior que previamente se eliminaban entre sí antes de medirse con los porteños. La zanahoria era jugar contra los Grandes. Independiente de Trelew enfrentaba a San Lorenzo y Atlético Regina a Racing. Los primeros Nacionales. Con sus Promocionales, para los que clasificaban en la zona intermediaria y se testaban con los ya ascendidos y con los Reclasificatorios, para quienes se quedaban en el fondo y debían revalidar su permanencia con los segundos mejores de la ‘B’. ¡Ah! También existían las fechas con los Clásicos Interzonales… Nada nuevo. No dio cierto más allá de inyectarles un poco de ánimo a los clubes del interior que en su mayoría llegaban financiados por políticos provinciales como Romero Feris y su Huracán correntino.

ZONAS GRISES. Todavía no se sabe bien cómo se jugará el nuevo certamen ni que nombre lo distinguirá, pero, por la cantidad de participantes no podrá ser un todos contra todos… El fútbol jugado en Zonas no es lo mejor. Las zonas, zonas son. Terminan siendo zonas grises en el mejor de los casos. Se habla de Zonas de 8 clubes, con cuatro clasificando para el torneo principal de la segunda mitad de temporada, y 4, los de abajo, disputando el descenso. Sospecho que los ideólogos de este formato, no percibieron que matemáticamente es mucho más peligroso para los Grandes, porque estadísticamente es mucho mas fácil ser el 5º entre 8 que ser el 16º de 20. La posibilidad de estar en el fondo en la tabla del nuevo torneo es de 2x1 chances contra 5x1 en el actual sistema. Y si a esto le agregamos que hoy se cae por Promedio y no por un único certamen, ese 5x1 se transforma en 15x1 chances. Actualmente para irse al descenso hay que hacer todo MUY mal durante tres años. Con el nuevo esquema, alcanzarán un par de errores en un único campeonato. Se desprotege a quien quiere cobijarse.

Además, disputarlo en Zonas, significa que Vélez y Newell’s, por ejemplo, jueguen el mismo torneo de la misma división y durante una década no se enfrenten jamás entre sí. Si es por sorteo primero y clasificación después, esto puede darse tranquilamente. Sólo no estará ese riesgo si se lo evita con manipulación, allí -claro- esa posibilidad desaparece, de lo contrario… Las Zonas, ya lo sabemos, son siempre absolutamente dispares, injustas, crueles. Benefician a una mitad y perjudican a la otra. El único modo de tener un campeón legítimo de verdad, sin que ‘la suerte’ sea el factor preponderante desde lo deportivo y desde la fuerza de expresión en la cancha, es el viejo y querido sistema del ‘todos contra todos’ y, si es posible, con ‘ida y vuelta’, lo que tampoco ocurriría con este nuevo reglamento, según lo trascendido hasta ahora. Así, también existe la posibilidad de que Argentinos Jrs. juegue 10 años en Primera, donde estará Boca, y nunca más vaya a la Bombonera. Y lo inverso con, digamos por ejemplo, Ferro: que lo enfrente casi todos los años. ¿Quién le compensa al ‘Bichito Colorado’ lo que dejó de recaudar con Boca y mal acumuló con Ferro? No va señores.

Otra versión habla de sólo 2 grandes Zonas con 19 clubes cada una. Sería más equilibrado, pero entonces, ¿no es lo mismo que dos torneos como lo son hoy, apenas con un club menos cada uno? Y, si. Igual, a ciencia cierta no sabe y en los próximos 3 meses estas definiciones aparecerán. Lo que no desaparecerá es el mamarracho de anunciar esto ya para la temporada próxima. Aun no siendo condescendiente con el sistema a implementarse, sería más fácil digerirlo, si se avisara hoy que esto será ‘así’ a partir del 2015/16. Por lo tanto hay que prepararse durante estos años y relajar el último anterior. Como bien dijo Bugallo, el presidente de All Boys, que fue uno de los cuatro que se abstuvo de votar el lunes a la noche en la AFA, “si hubiésemos sabido que no había descenso no hubiéramos invertido en refuerzos y le daríamos la oportunidad a los chicos de inferiores”. Yo creo, Bugallo, que la AFA lo hizo a propósito para que los clubes no vendan todos sus crackss al exterior y terminen jugando un torneo entre juveniles, minimizando la disputa, por tanto la emoción y en consecuencia bajando el rating. ¿El rating de AFA-TV, que en paralelo estudia como comercializar estas transmisione? Según una fuente impecable, Grondona le cambiaria a TyC el fin del juicio que le está haciendo a la AFA por un pedazo de este paquete.

ELITE PARA TODOS. Aumentar la cantidad de participantes, en todos los órdenes de la vida, democratiza, es cierto pero toda pluralidad -digámoslo, por favor- desprestigia. No hay ‘elite para todos’. Los torneos, en vez de ampliar su tabla de posiciones, por el contrario, deberían reducir su cantidad de participantes. 16 por Divisional, suena ideal, como sucede en Portugal, China… Si así fuere, habría que crear la Primera ‘E’ para hospedar a los últimos 14 que quedarán sobrando cuando la ‘A’ le pase 4 a la ‘B’ Nacional, ésta 8 clubes a la ‘B’ Metropolitana; esta a su vez 12 a la Primera ‘C’ y, por fin, esta le transfiera 16 a la ‘D’. Un solo descenso por categoría y una promoción, entre el penúltimo de la Divisional superior, contra el segundo de la categoría inmediata inferior. Y pronto.

Entre muchas otras cosas los torneos, cuantos menos clubes incluyen, más competitivos se tornan. En ningún momento de su disputa el primero consigue llevarle 30 puntos al último, o 20 al cuarto como sucede en los anodinos campeonatos de infinitas jornadas. No hay casi chances de esa humillación que aleja a la gente de las canchas. Se achican las distancias, por lo que casi todos los partidos tienen interés. El ‘intermedio soso’ de clubes que no disputan nada se hace muy chiquito, irrelevante. Eso ayuda a las recaudaciones y al rating televisivo, por lo tanto entusiasma más a los patrocinadores. Y menos viajes representan menos costos. Gastar 50 mil dólares para recaudar 20 mil y ganar un partido que si se perdía era lo mismo, no emociona a nadie. Es mejor dar marcha atrás ahora que arrepentirse cuando la realidad nos devuelva una respuesta dura desde lo deportivo, terrible organizativamente y sofocante para las tesorerías.

Quiero ser respetuoso con los Clubes del Interior porque yo soy de provincia y sé de qué se trata este sentimiento, pero así como para Desamparados de San juan es maravilloso enfrentar a Boca, no es para Boca medirse con Desamparados. Y lo digo principalmente desde el lado de los hinchas. Hay que enfrentar fuerzas similares. Y cada tanto, ok, un Desamparados. Pero no como parte de la receta. No se prepara un plato comenzando por la sal, se la agrega después, al final. Esto es parecido.

Hay dos preguntas que no pueden callarse. La primera es ¿qué pasa si en octubre Cristina pierde las elecciones (los últimos resultados provinciales y en Capital no muestran al Frente para la Victoria con tantas chances como cuando se urdió esta idea)? Y la segunda es ¿qué pasa si Grondona no se re-elije en AFA? ¿Volveremos a punto muerto? Para volver a punto muerto tendrían que perder ambos.

Juguemos corto, con 16 Clubes por Categoría y en paralelo una generosa Copa Argentina (excelente su reactivación) que albergará y confrontará a los clubes tradicionales con los soñadores de siempre, haciendo posible el duelo deportivo que nunca muchos provincianos nos atrevimos a imaginar. En Brasil me dicen, todo el tiempo, “qué bueno que está eso del Promedio; que bien que tienen ustedes sus torneos”. Y justo a ellos queremos copiar… No inventemos más ni le preguntemos a todo el mundo, que esto no es el destino del País, no es la sal de la Vida, ni es nuestra Familia, es apenas y ni más ni menos El Fútbol, que debe manejarse con códigos de fútbol y sin copias. Resucitemos su esencia original que, creo, aún guarda el perfume sagrado de una camiseta transpirada, del mal aliento del hincha que grita gol a boca abierta a nuestro lado o de un glorioso choripán quemado.

(*) Ex fundador de SoloFútbol

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