martes 19 de marzo del 2024

Cómo hizo Messi para llegar a 91 goles

El crack argentino cerró ayer su mejor año con otro tanto. Su deseo por perfeccionarse, la clave del éxito continuo de un crack incansable.

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El entrenador del Arsenal, Arsene Wenger, cuenta siempre la misma historia: la de un pianista principiante que asiste al concierto de un maestro y que, cuando termina, se acerca a él y le confiesa: “Daría mi vida por tocar el piano como usted”. A lo que el maestro responde: “Es lo que vengo haciendo hasta ahora”. Es, esa historia, aplicable también a Lionel Messi.

El mejor futbolista del mundo, que acaba de prorrogar su contrato hasta 2018 a cambio de 16 millones de euros anuales y que marcó 91 goles en 2012, el mejor año de su carrera, lo decía ya en junio en una publicidad de Adidas: “Me levanto temprano y me quedo hasta tarde, día tras día, año tras año”. Le llevó, según contaba, 17 años y 114 días triunfar: a esa edad, el 16 de octubre de 2004, debutó en el Barcelona. Ese era su secreto. Así se perfeccionó.

El señor de los tiros libres. Messi, a esta altura ya es una obviedad, es un goleador letal, infalible: por lo pronto, acaba de sobrepasar la marca de goles en un año que tenía el alemán Gerd Müller desde hacía cuarenta años. Además, lleva 26 en lo que va de la Liga de España, nueve más que Radamel Falcao García y 12 más que Cristiano Ronaldo.

Pero es en el desagregado de los goles de Messi en donde se aprecia cómo se perfeccionó. Ejemplo: marcó tres goles de cabeza en lo que va de año, pese a que mide sólo 169 centímetros. Otro: Messi había marcado apenas un gol por año de tiro libre hasta este año.

Un día, el entrenador de arqueros del Barcelona, Juan Carlos Unzué, vio que Ronaldinho y Deco pateaban tiros libres después del entrenamiento mientras Messi, que apenas si había jugado ya algún que otro partido en Primera División, los veía sentado a un costado de la cancha. “¿Y tú? ¿Tú no pateas?”, le preguntó Unzué. “¿Yo? No, yo no”, le respondió Messi, que en las divisiones inferiores del Barça era el encargado de los tiros libres junto a Cesc Fábregas. A ese equipo lo dirigía un tal Tito Vilanova.

Ya sin Ronaldinho ni Deco, Messi tampoco era el encargado de patear los tiros libres: estaban Dani Alves y Xavi. Pero Vilanova, que reemplazó a mediados de año a Josep Guardiola, convenció a Messi de patearlos. Por eso, Messi los entrenó día a día después de los entrenamientos, según confió tras marcarle a Uruguay por las Eliminatorias.

Ese gol vale de ejemplo: Messi se perfiló para rematar por arriba de la barrera, pero (una suerte de aplicación de la Teoría de Juegos) él sabía que los jugadores de Uruguay de la barrera sabían que él iba a patear por arriba. Al final, pateó por abajo y la barrera saltó. Días atrás, el italiano Andrea Pirlo y el brasileño Ronaldinho habían marcado así, y Messi, según confesó, los copió.

Ya lo dijo Vilanova: “Es interesante ver cómo patea los tiros libres. No necesita demasiada carrera y su precisión es excelente. La clave está en su cabeza: él hoy cree muchísimo en sí mismo”.

El Barcelona también aporta: las más de las veces, filma los tiros libres de Messi en los entrenamientos para que él (que detesta ver fútbol por televisión) los pueda analizar más tarde y ver qué hace (si es que hace) mal.

Explicó el mismísimo Messi en una entrevista con Fox Sports Radio del Plata: “Los tiros libres los estoy practicando quedándome a trabajarlos después de los entrenamientos. Me dijeron muchas veces que era cuestión de entrenarlos para agarrar la pegada, la manera de patearlos. Me decían que si los practicaba encontraría la forma. Por eso he hecho goles de tiro libre que años atrás no convertía”.

En definitiva, Cristiano Ronaldo, un especialista, marcó cinco goles de tiro libre en el último año y medio; Messi terminó este año con siete.

El Gran Capitán. En el Mundial de Sudáfrica 2010, según calculó la revista El Gráfico en noviembre, Messi pateó treinta veces al arco: 15 desviados, 15 atajados. Tampoco en la Copa América que se disputó en 2011 en la Argentina pudo marcar en cuatro partidos (ante Bolivia, Colombia, Costa Rica y Uruguay). La estadística con la Selección era lapidaria: entre 2009 y 2011, se pasó 16 partidos sin anotar. Hasta este año, llevaba 19 goles en 63 partidos para Argentina.

Sin embargo, Messi, ya capitán del equipo por decisión de Alejandro Sabella, explotó en 2012 en la Selección: jugó ocho partidos, marcó 12 goles, y así igualó la marca histórica (¡otra!) de Gabriel Batistuta de 1998. A la caza del ex atacante de la Fiorentina va Messi: Batistuta marcó 56 goles en la Selección, y él tiene 31.

Apenas dos menos que un tal Diego Maradona.

Esta nota fue publicada en la Edición Impresa del Diario Perfil

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