Uno de los argentinos involucrados en el escándalo de corrupción de la FIFA mantiene en alerta a las principales autoridades del ente madre del fútbol mundial y la Conmebol. Alejandro Burzaco, ex CEO de Torneos y Competencias, atraviesa la etapa final de su negociación con la Justicia de Estados Unidos en la que podría intercambiar información a cambio de una mejora en su pronóstico penal.
En caso de llegar a un acuerdo con los jueces federales de Brooklyn, Burzaco entregaría una lista encabezada por dos nombres rutilantes del fútbol: el ex presidente de la AFA, Julio Humberto Grondona y el ex titular de la FIFA, Joseph Blatter.
Los métodos de negociación en un caso como el Fifagate, en el cual interviene el Departamento de Justicia de Estados Unidos, son complejos. El argentino está acusado de lavado de dinero y asociación ilícita, el cargo más duro que deberá afrontar. Los jueces federales de Brooklyn sólo están dispuestos a recibir información sobre sujetos imputables que “estén por encima de Burzaco en la organización criminal”.
La inclusión de Grondona y Blatter en la lista de Burzaco fue confirmada a PERFIL por fuentes íntimas del empresario acusado.
Ambos dirigentes compartieron la presidencia y vicepresidencia de la FIFA durante la gestión del suizo entre 1998 y 2014. “Burzaco era el número uno de la televisación de fútbol en Sudamérica, por ende los que sólo pueden estar por arriba de él son ellos dos”, confiaron.
La defensa del empresario descartó de plano la posibilidad de que Burzaco entregue apellidos de funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner. “No creemos que en Estados Unidos se interesen en una conexión local”, aseguraron.
Este diario pudo saber que los investigadores también le exigieron a Burzaco nombres que no estén manchados en la actual investigación. Tal como había adelantado PERFIL, Burzaco tendría pensado incluir a otros dirigentes de peso como Juan Angel Napout, actual presidente de la Conmebol, José Luis Meiszner, secretario general y Ricardo Texeira, ex integrante del Comité Ejecutivo de la FIFA. Ninguno de ellos está apuntado por la pesquisa norteamericana.
Por otra parte, el empresario en la mira de Estados Unidos deberá declarar cuentas bancarias y detallar todas y cada una de las transacciones que realizó a dirigentes del fútbol. “Parte de ese dinero será devuelto”, explicaron.
Burzaco aún aguarda el pedido formal de extradición de la Justicia de Estados Unidos y atraviesa el proceso judicial en una cómoda mansión de Bolzano, Italia. Allí festejó el 30 de junio sus 51 años en una celebración íntima de la que formaron parte pocos integrantes de su familia.
Esta última semana el representante legal del ex CEO de Torneos en Estados Unidos intentó convencer a los jueces de que su cliente poseía valiosa información. “El acuerdo es inminente”, concluyeron.
(*) Esta nota fue publicada en la edición impresa del Diario PERFIL.
