Boca Juniors se quedó esta tarde con los festejos del superclásico al vencer a River por 2-0 y dejarlo en una complicadísima situación en la tabla de promedios para el descenso, en tanto Martín Palermo se despidió con un gol del tradicional derby.
En apenas dos minutos (entre los 28 y los 30 del primer tiempo), un gol en contra del arquero Juan Pablo Carrizo y el cabezazo goleador de Palermo permitieron a Boca adueñarse de un superclásico técnicamente pobre.
Palermo fue el astro de la jornada porque pese a no haber jugado un gran partido, marcó el esperado gol en su último Boca-River y a un mes de su retiro del fútbol.
Clemente Rodríguez y Matías Almeyda fueron expulsados en el cuarto minuto adicionado y el riverplatense se besó la camiseta ante los hinchas de Boca, por lo que tuvo que ser custodiado por la policía hacia afuera del campo mientras insultaba a los plateístas locales.