El basquetbolista bahiense Emanuel Ginóbili confía en recuperarse a tiempo de la fractura por estrés en su tibia derecha para llegar a tiempo al Mundial de España, aunque aclaró que de no sanar completamente no participará del certamen. "Soy optimista, creo que se va a curar y que cuatro semanas es suficiente", afirmó Manu en la conferencia de prensa que dio en Ezeiza esta mañana, en la que valoró que un mes sería suficiente para completar su recuperación.
El escolta llegó al aeropuerto de Ezeiza con una hora de retraso luego de que su vuelo procedente de Estados Unidos fuera declarado en emergencia. Con su cuarto anillo en la NBA con San Antonio Spurs bajo el brazo abrió la rueda de prensa con una actitutd positiva.
Ginóbili abordó de inicio el tema que más preocupaba, su lesión: "Tengo una fractura por estrés en la tibia, arriba del tobillo derecho, en el mismo lugar que 2009, pero es bastante menor, así que tengo que esperar al 25 (de julio) cuando nos juntemos (con el plantel del seleccionado)". A dos meses del comienzo del Mundial en España, y del debut argentino el 30 de agosto en Sevilla ante Puerto Rico, Ginóbili dejó claro que sólo jugará si "está sano" y que su presencia en ese partido, y en el resto de aquel torneo, "dependerá de cómo se cure la lesión".
El hecho de que este sea problablemente su último Mundial cuenta mucho para el jugador a la hora de valorar el esfuerzo que va a requerir llegar a tiempo. "Tengo ganas de jugar mi último campeonato. Quiero jugar el Mundial. Voy a cumplir 37 años en semanas (el 28 de este mes) y como dije después de (los Juegos Olímpicos de) Londres no me sentía un ex jugador de la selección y por eso quiero jugar de nuevo", declaró. En ese sentido, añadió: "Sé que si no juego este año es muy difícil que vuelva a jugar y no quería una despedida de esa manera". Sobre las posibilidades de Argentina consideró que "no está lejos de nadie".
El bahiense, quien debutó en la NBA en octubre de 2002 tras el Mundial de ese año, se quitó méritos sobre un cambio en la mirada estadounidense sobre el baloncesto argentino, cuyas causas las atribuye al subcampeonato en el Mundial de Indianápolis 2002 y al oro de los Juegos Olímpicos en Atenas 2004. "No creo haber cambiado la mirada de Estados Unidos para con Argentina. El cambio se gestó antes de que yo llegara. Ese 2002 cambió la mirada de la gente de la NBA y yo no había jugado un minuto. Quizás después colaboré con los campeonatos", declaró.
El basquetbolista contagiado de la fiebre mundialista también opinó sobre el partido de mañana que afrontará Argentina con Bélgica por el pase a las semifinales del Mundial de Brasil. "Son partidos tremendos que te agotan física y mentalmente. Muchas veces no dormís por el entusiasmo y la responsabilidad. A uno le puede cambiar o no la vida ganar o no ese partido", comentó. Ginóbili empatizó con los jugadores de la selección a través de su propia experiencia. "Me ha pasado, y uno trata de dimensionar las cosas y entender que estás en un lugar donde cientos de millones de tipos quieren estar. Por eso hay que tratar de disfrutarlo, inflar el pecho e ir por todo, pero en el momento no es tan fácil", concluyó.
Fuente: DyN