¿Qué tan grande tiene que ser un deportista para tener un movimiento con su nombre? ¿Y cuánto más en una de disciplina como el suelo de la gimnasia artística en la que parece todo inventado? Eso es el caso de la nueva reina de la gimnasia artística.
La encantadora Simone Biles, la perfección echa gimnasta que en Río 2016 se convirtió esta tarde en la primera estadounidense que logra tres medallas de oro en los mismos Juegos Olímpicos en la disciplina.
¿Quién es esta reina del deporte? Hoy solo un resbalón en la barra hizo que no se convirtiera en la primera en la historia en conseguir cinco oros en la máxima cita olímpica, al ser bronce. Tres oros y mañana buscará el cuarto en su especialidad: suelo.
No pudo ir a Londres porque tenía 15 años y se quedó con las ganas de demostrarle al mundo quien era. Y ya lo demostró en apenas tres años llenó su currículum de logros increíbles, siendo la gimnasta que acumula más medallas que cualquiera en la historia.
Ganó los últimos cuatro oros individuales en el Campeonato de Estados Unidos y suma 14 preseas mundiales. Empezó el reinado de Simone Biles. ¿Pero que tiene esta morena de 19 años, de un metro y medio y que pesa apenas 43 kilos de músculo? Es puro cerebro y talento.
El jueves consiguió su segunda medalla de oro en Río al imponerse en la final individual femenina con un puntaje de 62.198 y por un asombroso margen de 2,1 puntos, el mayor registrado en la historia de los Juegos Olímpicos.
Y dentro de tanta audacia y elasticidad, casi robótica, la especialidad de la casa es el suelo. Nadie en la historia deslumbró tanto como la nacida en Ohio. En esa especialidad la marca registrada son sus sus cuatro diagonales imposibles, culminadas brillantemente por el “Biles”. Si, el "Biles" una contorsión que no logró repetir ninguna otra gimnasta en el mundo. Una locura.
La historia de superación de Biles es digna de una película de Hollywood. Tenía sólo tres años cuando los servicios sociales de Columbus, la rescataron, junto a sus tres hermanos, de su madre Shanon Biles, quien sufría con la droga y el alcoholismo. El padre de Shanon, Ronald Biles y su segunda mujer, Nellie, se quedaron con las niñas menores, Simone y Adria. Ella y su hermana fueron adoptadas por sus abuelos paternos. Los abuelos de Simone adoptaron posteriormente a las niñas y es a Nellie a quien llama "mamá".
Su amor por la gimnasia comenzó cuando tenía 6 años y nunca más paró. En 2012 decidió que estudiaría en casa para poder entrenar entre 20 y 32 horas semanales. Ahí pulió su potencia natural y le agregó lo que le faltaba. Con su sonrisa a flor de piel demuestra que su estadía en Río no quiere ser opacada por nadie. Le preguntaron sobre si era la nueva cara de los Juegos Olímpicos. "No soy la próxima Bolt, ni tampoco Phelps. Soy la primera Simone Biles", dijo.
(*) Enviado especial desde Río.