martes 23 de abril del 2024

Un hincha de Nacional tardó 22 días en llegar a Brasil

Richard Fernández prometió viajar a Río de Janeiro para el partido de cuartos de final de la Copa Sudamericana y cumplió. En el camino, vivió mil historias.

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Hace ya bastante tiempo que el fútbol se convirtió en un negocio millonario para mucha gente pero a su vez nunca dejó de ser una de las grandes pasiones universales y generador de historias que suenan a inverosímiles desde la razón y solo las puede explicar ese amor incondicional por los colores.

Un claro ejemplo de esto es Richard Fernández, un joven hincha de Nacional de Uruguay que vivió una historia de película con el objetivo de estar presente en el partido de cuartos de final de la Copa Sudamericana que el Bolso enfrentó a Fluminense en Río de Janeiro el último miércoles. "El Yanqui" estuvo en Buenos Aires cuando su equipo visitó a San Lorenzo en la instancia anterior gracias a que su padre le pagó el viaje y la entrada. Ese día fue derrota pero dejó el estadio con la esperanza de la clasificación y la promesa de viajar como fuera a Brasil si Nacional conseguía revertir la llave y avanzar.

Y aunque el recorrido no fue nada sencillo, Richard cumplió y llegó después de 22 días de peregrinaje en los que conoció mucha gente, limpió parabrisas y aprendió a hacer malabares para poder comer y le robaron la poca plata que tenía en una favela. “Hubo dos en los que nadie me levantaba y no paré de caminar; ni siquiera encontraba una estación de servicio para quedarme”, contó en diálogo con Ovación.

“Muchos camioneros me levantaron, se portaron muy bien conmigo. Para comer en el día a día empecé a lavar los parabrisas de los camiones y unos colombianos me enseñaron a hacer malabares. Por suerte nunca me faltó comida y muchas veces los propios conductores me daban un plato. Ya estando acá todo el plantel se portó muy bien conmigo y también me dieron de comer”, relató sus peripecias el fanático que vivió toda su travesía vestido con ropa de Nacional.

Entre todas las experiencias que lo enriquecieron, también vivió un momento delicado cuando le robaron y hasta llegó a pensar que podían matarlo: “A lo último me subió un camionero, pero a los pocos kilómetros nos hicieron una emboscada, nos pararon en la ruta y nos llevaron a una favela. A cada rato me decían ‘tranquilo, uruguayo. Con voce está tudo bom’. En 15 minutos vaciaron el contenido del camión, que llevaba asientos de autos. Mientras tanto me sentaron en una mesa con marihuana, cocaína y cerveza y me dijeron que agarrara lo que quisiera. Yo me quería ir. Nunca había visto a un niño de 11, 12 años con un arma y me apuntaba. Otro tenía un handy con la frecuencia de la Policía, se escuchaba todo. Pensé que nos mataban. Pero cuando bajaron todo del camión nos dijeron que a un kilómetro íbamos a encontrar un móvil de la Policía, y así fue. A mí me sacaron los 60 dólares que me quedaban”, describió con alivio.

La semana próxima Nacional jugará la revancha en Montevideo frente a Fluminense pero Richard se tiene tanta fe que no piensa volver porque en una hipotética semifinal, el rival también sería brasilero. “Pase lo que pase me voy a quedar en Brasil hasta el partido de vuelta en el Parque. Es que estoy seguro que vamos a ganar y ya prometí que voy a seguir con mi travesía, sea ir a Bahía o a jugar con Atlético Paranaense. Me voy a quedar en un lugar donde se concentran los camioneros, que ya me invitaron a quedarme ahí. El amor por Nacional es lo más grande que hay”.