domingo 24 de noviembre del 2024

Estadios del siglo XX para una final siglo XXI

La Bombonera quedó chica y actualizó el debate sobre si irse o quedarse. En River también planean reformar o mudarse del Monumental.

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Por más que todavía falte jugarse el segundo partido, la Superfinal de la Copa Libertadores ya arrojó una primera conclusión. Y no tiene que ver con el juego, sino con el marco: los estadios de Boca y River evidenciaron su anacronismo. Primero por la escasa capacidad para una serie que está mirando todo el mundo, y segundo por una infraestructura que acumula ochenta años. Estadios del siglo XX para hinchas centennials que quieren ver los goles con definición 4K.

No es nada nuevo, pero la trascendencia de esta final hizo que la cuestión tomara vigencia entre los hinchas y dirigentes de los dos equipos. En Boca, la “cuestión Bombonera” viene desde hace varios años. El primero que la puso en palabras fue el actual presidente del país, Mauricio Macri, pero quedó totalmente desbordada cuando la actual gestión abrió la compuerta para los socios adherentes, que pagan la mitad que los socios activos y entran en una lista de espera multitudinaria para ingresar al estadio cada tanto. En River, mientras, la idea de mudarse o remodelar el estadio actual empezó a tomar forma este año.

D'Onofrio: "Hay que construir un nuevo estadio"

La semana pasada, cuando los hinchas de Boca se quejaban por lo rápido que se habían acabado las entradas para la primera Superfinal, el presidente del club, Daniel Angelici, aprovechó la situación para hacer flamear su viejo y anhelado proyecto: mudar la Bombonera al ex predio de Casa Amarilla. “Es algo que todos los socios y dirigentes tenemos que debatir en serio, nos estamos reuniendo con las agrupaciones para tratar este tema. Boca necesita, mínimo, un estadio para 80 mil personas. Tenemos grandes problemas de capacidad porque todos los años hay que sentar el 10% del público por ley”, dijo Angelici.

Aunque el Monumental tendrá casi 15 mil espectadores más el próximo sábado, en River también empezaron a avanzar con el proyecto de un nuevo estadio. Es algo que la gestión de Rodolfo D’Onofrio viene estudiando desde 2014, pero que este año se aceleró significativamente, incluso con reuniones en la Casa Rosada para evaluar la eventual adquisición de terrenos que pertenecen al Estado. “Seguramente haremos una reunión más adelante sobre ese tema. Primero lo tenemos que resolver internamente: si vamos por la reestructuración del Monumental o si hacemos un estadio nuevo. Estamos los que creemos que hay que construir un nuevo estadio a no más de 400 metros de donde estamos ahora. Yo soy uno de ellos”, le dijo D’Onofrio a PERFIL hace tres meses. “¿Por qué uno nuevo? Porque el Monumental tiene 80 años. Los cimientos, el hormigón, los hierros, están deteriorados. Reformar el actual puede salir más caro que hacer uno nuevo. Y ahí tenés otro problema: mientras reformás este, ¿dónde jugamos? Perderíamos la localía, las recaudaciones. Es una idea”, agregó.

El 24 de septiembre, 14 de las 15 agrupaciones que tiene Boca se reunieron para exponer cada proyecto y consensuar los pasos a seguir. Hay dos ideas y dos sectores: uno encabezado por el presidente Angelici, que quiere un estadio nuevo; el otro encabezado por el arquitecto Pablo Abbatángelo, que quiere la ampliación de la Bombonera.

Los dos tienen obstáculos: en el del nuevo estadio se trata de un impedimento legal, porque la zona es residencial y no habilita la construcción de estadios. En el de la Bombonera ampliada, el impedimento es real: para concretar el proyecto, primero el club debe comprar las 129 propiedades de las dos medias manzanas linderas, que dan sobre la calle Del Valle Iberlucea. “Hay un alto porcentaje de los vecinos que son vendedores. Un mínimo porcentaje está en una postura especulativa, y unos pocos que no saben ni contestan”, afirma Abbatángelo, presidente de la agrupación La Bombonera.

Los que estaban en esa reunión del 24 de septiembre afirman que la posición que tenía la mayoría era la de la compra de casas y ampliación. Pero Angelici, hábil para ganar tiempo y convencer a los que dudan, invitó a seguir el debate en Ezeiza, con un asado, un mes más tarde. El asado aún no se prendió ni tiene fecha tentativa. “El consenso que hay que lograr entre todas las agrupaciones es cuál es la capacidad que debería tener Boca para satisfacer a sus socios. Si es de 65 mil, hay que iniciar las tareas para comprar las propiedades. En cambio, si el consenso es tener un estadio de 90 mil personas, tendríamos que encarar otro proyecto”, dice un alto dirigente xeneize.

Los terrenos de los que hablaron D’Onofrio y Macri podrían ser dos: los de un predio deportivo que pertenece a la Armada Argentina y los del Tiro Federal. Se estima que construir allí –o en otro lado– el estadio para 85 mil personas que sueña el presidente de River costaría 250 millones de dólares. Mientras que una refacción al actual, con nuevas plateas sobre la pista de atletismo y un techo, tendría un costo de 45 millones.

Tanto en River como en Boca dicen que en 2019 habrá que decidir qué hacer. Y aunque la Superfinal los separe, los nuevos estadios los unen: en los dos clubes dicen la misma frase: “Nadie quiere dejar el templo. Pero si otros lo hicieron, ¿por qué nosotros no podemos?”.

(*) Esta nota fue publicada en el Diario PERFIL.