El capitán de Boca Pablo Pérez, al igual que el juvenil Lamardo, se realizó un chequeo oftalmológico en el Sanatorio Otamendi para evaluar la evolución de la lesión producto de las agresiones sufridas en la llegada del plantel al Monumental y cuando se retiraba afirmó: "No me van a operar, estoy para jugar".
La final entre Boca y River por la Copa Libertadores se desvirtuó a punto tal que todavía no se sabe qué sucederá. Pablo Pérez y Gonzalo Lamardo se sometieron a estudios oftalmológicos para conocer la evolución de sus lesiones. Conmebol quiere que la Superfinal se juegue a toda costa y se negó a enviar a sus médicos al Otamendi. reclamar que no se dispute el partido.Por eso, un escribano público se hizo presente en el hospital para constatar el diagnóstico y usarlo como uno de los argumentos para
El capitán del equipo y el juvenil volante fueron los más afectados por los ataques al micro de Boca. Hasta anoche, el plantel tenía decidido no jugar hoy y de la evolución de Pablo Pérez puede depender que los jugadores sostengan esta postura, aunque los especialistas aseguran que no está en condiciones óptimas de disputar el partido y en las últimas horas un tuit de su hermano incluso afirmaba que el futbolista debía ser operado.
ULTIMO MOMENTO
— ⭐ JOACO XENEIZE ⭐ (@BocaEsAlegria77) November 25, 2018
Pablo Pérez debe operarse el ojo afectado, confirmado por el hermano.#CONMEBOLLibertadores pic.twitter.com/Ij97BcNhpT
Lo cierto es que a horas del partido, no hay ninguna certeza. El plantel xeneize resultó muy afectado, tanto física como psicológicamente. Si nada cambia, habrá que ver qué resuelven Boca y Daniel Angelici, que se había comprometido a jugar hoy pero evalúan hacer una presentación por sentirse en desventaja.
ED