El Mundial de Francia 2019, en el que se producirá "la explosión del fútbol femenino", según el reelegido presidente de la FIFA, Gianni Infantino, levanta el telón este viernes en París con el equipo anfitrión recibiendo a Corea del Sur en un flamante y repleto Parque de los Príncipes.
"En este Mundial tendremos la explosión del fútbol femenino, con 1.000 millones de telespectadores, estaremos orgullosos", vaticinó el miércoles Infantino, tras ser reelegido hasta 2023 al frente de la FIFA.
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España, que no se pone techo en su segunda participación, y Brasil, en horas bajas pero encomendada a su estrella Marta, buscarán dar la campanada en tierras francesas. Menos expectativas tienen Chile, en su debut mundialista, y Argentina, que regresa tras 12 años.
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Una Copa muy abierta
"El nivel ha aumentado de manera exponencial en cuatro años. Los diferentes equipos han progresado, será una Copa del Mundo muy abierta", avanzó Jill Ellis, seleccionadora de Estados Unidos, defensora del título y ganadora de tres de las siete ediciones disputadas desde la creación del torneo en 1991.
Con 12 de las campeonas del mundo hace cuatro años en Canadá en la plantilla, el 'Team USA' tiene la experiencia necesaria para repetir título y borrar el mal recuerdo de los Juegos de Rio 2016, en los que fue eliminado en cuartos.
Estados Unidos cuenta con Alex Morgan, una de las jugadoras más famosas del mundo, o la leyenda Carli Lloyd, que disputará a los 36 años su cuarto Mundial, además de Megan Rapinoe, conocida también por sus reivindicaciones fuera del campo.
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Alemania, el otro gigante de la disciplina -ganador de dos ediciones-, e Inglaterra, que surge como potencia, sin olvidar a la anfitriona Francia, con su legión de jugadoras del Lyon, el gran dominador del fútbol europeo, también figuran en las quinielas para imponerse en un torneo con 24 participantes.
En una segunda línea, Holanda, liderada por Lieke Martens, campeona de Europa en 2017, el Japón de la jugadora del Lyon Saki Kumagai, campeón del mundo en 2011, o Australia, con la gran estrella ascendente Sam Kerr.
Noruega, campeona en 1995, verá sus chances disminuidas al no poder contar con la primera Balón de Oro, Ada Hegerberg, la mejor goleadora del fútbol femenino, capaz de sellar un triplete ante el Barcelona en 15 minutos en la final de Champions.
La Balón de Oro de comentarista
La jugadora del Lyon será la gran ausente del torneo. Renunció a jugar debido a un conflicto con la selección tras el fiasco en el Europeo de 2017. Estará en el Mundial como comentarista para la televisión francesa encargada de la retransmisión.
Con una final prevista el 7 de julio en Lyon, el Mundial también se disputará en Grenoble, Le Havre, Montpellier, Niza, Reims, Rennes y Valenciennes.
Además esta Copa del Mundo impulsará el ascenso del fútbol femenino a nivel planetario. Al 'boom' de los derechos televisivos, con las cantidades multiplicadas por diez en menos de una década, se une el desembarco de grandes patrocinadores, agentes y la creciente profesionalización en la mayor parte de países.
"Las cosas han mejorado muchísimo. Recuerdo que cuando estábamos en Sub 20 o Sub 17 dormíamos en colchonetas. Hoy vamos a hoteles, donde descansa la gente que hace deporte de alto rendimiento", relató recientemente la chilena Yanara Aedo, ilustrando el cambio de dimensión.
La FIFA ha doblado la cantidad en premios que se repartirán entre los 24 equipos, pasando de los 15 millones de dólares en 2015 a los 30 millones de esta edición.
Sin embargo, esta cifra está muy lejos de los 400 millones que se repartieron entre las 32 selecciones que participaron en el Mundial masculino en Rusia 2018. El fútbol femenino mejora, pero todavía tiene un amplio margen de crecimiento.
Fuente: AFP
AM