En principio, habría que aclarar algo: el hombre llegó a la Luna. Y ya. Terminemos de una buena vez con los disparates de los refutadores. Basta de teorías conspirativas que solo pretenden embarrar la cancha. Es cierto, y es bueno reconocerlo, que aquellos que argumentan que la aventura de la Apolo XI fue una puesta en escena en un estudio de cine lo sostienen con hipótesis sólidas. No vamos a entrar en detalles, pero la creatividad de los escépticos convenció a muchos. Pero también existen los terraplanistas y no por eso vamos a andar por la vida sosteniendo que la Tierra tiene la forma de una lenteja aplanada. Dejémosle las fake news a los trolls, que después de todo laburan de eso, y valoremos los argumentos serios.
En definitiva, y para que quede claro: hoy se cumplen cincuenta años de que Neil Armstrong dejó su huella sobre el polvo lunar, que lanzó aquella célebre frase del gran paso para la humanidad y que entró en la historia del mundo. ¡Ah!, y que llevó el banderín.
Lee también: Las espectaculares fotos panorámicas de la llegada del hombre a la Luna
Gesta. Cuando las cosas andan bien, hay espacio para algún lujo. A fines de los '60 Independiente no enfrentaba grandes dificultades futbolísticas entonces había dirigentes que podían pensar en otras cuestiones. Así fue como Héctor Rodríguez, que era secretario de Cultura del club, se iluminó: "Estos hombres van a ser héroes, van a entrar en la historia de la humanidad. ¡Tienen que ser socios de Independiente!" Estos hombres eran Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin Aldrin. Había que hacer algo para que los héroes se vistieran de rojo. A través de la embajada de los Estados Unidos les enviaron tres carnets de socios honorarios, tres camisetas y tres banderines. Los carnets los confeccionan con las fotos oficiales de la NASA, por eso son los únicos socios del club que salieron en las fotos con escafandras. Tiempo después Rodríguez recibió una carta de agradecimiento: estaba firmada por Armstrong. El dirigente que impulsó la gestión todavía no tenía dimensión del gran paso que había dado para la humanidad futbolera.
Dos meses después del alunizaje Armstrong y Collins visitan Buenos Aires. Ofrecen una recepción en la embajada norteamericana y allí invitan a los directivos del club. La velada venía dentro de las reglas del protocolo, hasta que Armstrong, socio 80.400, queda mano a mano con Héctor Rodríguez. El dirigente se presenta y, traductora mediante, le recuerda al héroe interplanetario que le había enviado el carnet, la camiseta y el banderín. La respuesta de Armstrong no solo lo descoloca, sino que le da otra dimensión a la Apolo XI. Desde el 20 de julio de 1969 Independiente, el Rey de Copas, es también el Rey del Universo.
https://twitter.com/Independiente/status/1152578950926876677
La revelación. Hace diez, cuando en el mundo se conmemoraban los 40 años de la hazaña, Héctor Rodríguez explicó con detalles ese diálogo mínimo, revelador que tuvo con Armstrong en la embajada.
—Le pido, por favor, que sea lo más preciso posible. No olvide que fue un diálogo histórico. ¿Qué le contó Armstrong?
—Sí, sí, entiendo. Le explico: me comentó que Independiente había sido el único club del mundo que había tenido ese gesto, que lo había sorprendido mucho, y que entonces decidió llevar el banderín a la Luna como cábala.
—¿Qué opina, Rodríguez, de los que sostienen que ese viaje fue un fraude, el mayor engaño a la humanidad?
—Me tienen sin cuidado. Yo hablé con Neil Armstrong y él me garantizó que el banderín viajó en la Apolo XI. ¡Los que inventaron esas versiones deben ser hinchas de Racing!
(*) Esta nota fue publicada en el Diario PERFIL.
