Dennis Rodman siempre fue un personaje dentro y fuera de la cancha y una vez retirado del básquet no iba a cambiar su forma de ser y lo sigue siendo hasta el día de hoy y en diálogo con el diario Marca contó algunas de sus más espectaculares anécdotas, todas con figuras de máximo nivel como Michael Jordan y Madonna, y otras de índole sexual y un poco sangrientas.
Sobre su época de gloria en los Chicago Bulls que arrasaron en la NBA y quedaron en la historia como uno de los mejores equipos de todos los tiempos, confesó que se complementaba de excelente manera con Jordan y Scottie Pippen pero fuera de la cancha, la relación no era muy fluida: "Michael era el anotador, Scottie era Robin y yo era el tipo que recogía la basura. Nos complementábamos muy bien en la cancha. Es divertido pero durante tres años no crucé una sola palabra con Jordan o con Pippen fuera de la cancha".
Sobre su romance con la "Reina del pop" Madonna también tenía una historia para contar y como todas las cosas que le pasan el ex basquetbolista siempre tienen su cuota de extravagancia. "Me dijo que si la dejaba embarazada me daría 20 millones de dólares. Estaba jugando en Las Vegas cuando me llamó para avisarme de que estaba ovulando. 'Estaré allí en cinco horas'", recordó sobre la breve relación que tuvo con la cantante a principios de los 90.
Y entre otras de sus historias más locas contó las tres veces que se le rompió el pene, algo que duele de solo imaginárselo y sin embargo él lo cuenta con total naturalidad y hasta con cierta gracia. "La primera vez estaba en una fiesta en un barco, bebiendo hasta el agua de las macetas y una mujer me propuso ir a su camarote, Allí estábamos cuando le pareció buena idea que haga el salto del tigre, pero a lo bestia. No controlé, salté como un loco y luego había sangre por todos lados".
"La segunda vez fue tras un partido con los Rockets donde me dieron un pelotazo en mis partes. Una chica había volado miles de kilómetros para cenar conmigo. Yo sólo iba a cenar hermano, de verdad. Pero entonces saca unos libros de sexo tántrico y me dice que me prepare. No podía decir que no. Me la partió como una nuez", recordó muy gráfico con su explicación.
"La tercera fue en una noche salvaje en un hotel con mi novia. Yo sabía qué hacer, ir al hospital a por la pastillita. Pero todos los médicos se empiezan a emocionar y llaman a medio hospital. No entienden como está partida. Yo sólo quería la pastilla". Qué dolor.