jueves 05 de diciembre del 2024
FÚTBOL Y NEGOCIOS

Pack fútbol: la batalla detrás del aumento anunciado

Unas horas antes de que Alberto Fernández dictara el congelamiento de tarifas, las empresas difundieron el incremento. Hubo enojo del Gobierno y los canales responsabilizan a Cablevisión. La estrategia para sostener el nuevo precio.

Quizás para anticiparse y condicionar porque sabían que el presidente Alberto Fernández iba a congelar las tarifas de la TV por cable, internet y telefonía móvil. O quizás porque en agosto debieron subir el canon mensual a los clubes como estipula el contrato firmado en 2017. O quizás porque algunos entendieron que antes del reinicio del fútbol era el mejor momento para elevar el precio. Los motivos del aumento —o del anuncio del aumento— del pack fútbol no están claros, y por eso cada empresa descarga culpas y responsabilidades sobre la otra. Pero lo que sí está claro es la idea: quieren que para ver la Liga Profesional, que arrancaría a fines de septiembre, el servicio pase de 665 a 800 pesos por mes.

Todo está en verbo condicional. Primero porque nadie sabe si la Liga arrancará efectivamente en septiembre, algo que depende de cómo evoluciona la curva de contagios y muertes por la pandemia. Segundo porque el precio quedó en un limbo desde el mismo momento en que el Presidente publicó sus tuits sobre las regulaciones tarifarias. Ahí empezó el tironeo entre los diferentes actores de la industria: las dos señales que televisan, Turner y Disney (Fox-ESPN), los cableoperadores y el Estado Nacional

Dos millones de usuarios pagaban el pack fútbol hasta marzo, cuando la pandemia interrumpió el torneo de Primera

De hecho, desde Turner le endilgan la responsabilidad al Grupo Clarín, que acelera su embestida —otra vez— contra el kirchnerismo. ¿Por qué lo dicen? Porque cuentan que el primer anuncio del aumento del 20% del servicio premium para poder ver la Liga argentina salió de manera unilateral desde Cablevisión, curiosamente unas horas antes de que Alberto Fernández anunciara las regulaciones tarifarias hasta el 31 de diciembre. 

Desde el Gobierno se mostraron enojados, aunque no diferenciaban: aglutinaban a las señales y los cables detrás de la iniciativa, y enviaban con cierta ironía un cuadro comparativo de tres columnas: el valor del básico de Netflix (199 pesos), el de Amazon (219) y el de Aldosivi-Patronato (800 pesos más el abono de cable).

Ahora la pregunta que se hacen gerentes, CEOs y dirigentes de clubes es si el pack premium puede aumentarse por estar por fuera del servicio básico, o si debe mantener el precio de marzo, el último mes que Turner y Disney lo cobraron. “La lógica y lo políticamente correcto sería retrotraer el precio y suspender el aumento -aseguran en una empresa-. Pero hay que considerar si el decreto incluye a este servicio, porque es opcional”. 

Un alto directivo describe la situación con jerga boxística: a los cableoperadores los define como “groguis” por el anuncio presidencial, y a los dos tanques que poseen los derechos de transmisión, con pocas ganas de “animarse a pelear” con el Gobierno, que todavía debe decidir sobre la fusión Fox-Espn (ahora de Disney) y el futuro de la alianza concretada en 2017.

620 millones de pesos por mes reciben los clubes de Turner y Disney, dueños de los derechos de TV. Hasta julio, recibían 500 

En las oficinas de la Liga Profesional y la AFA, y también en los grupos de Whatsapp de dirigentes, hubo calma cuando alguien recordó que la actualización semestral de los clubes estaba garantizada por más que el pack se congelara. Por contrato, ese incremento se fija de dos maneras: a través del valor del pack fútbol o del Índice de Precios al Consumidor (IPC). El porcentaje más alto se aplica a la cuota que reciben las tesorerías. Siempre ganaba el pack fútbol. Ahora ganará el IPC.

En agosto, los clubes pasaron de cobrar 500 millones de pesos (250 de cada empresa), a 620 millones. Un dinero que en estos meses de cuarentena y pandemia, sin fútbol para mostrar, provino de las casas matrices que tanto Turner como Disney tienen en Estados Unidos. Los clubes saben que algo a cambio de este salvavidas habrá que dar: por eso ya hablan de que el contrato de televisación puede extenderse hasta 2031. Nadie sabe quién será el Presidente ese tiempo. Pero sí saben que el negocio del fútbol persistirá.