miércoles 24 de abril del 2024

El renacimiento del estelar Cosmos

El equipo de Nueva York, que en los 70 contrató a Pelé y Beckenbauer, reapareció en la la segunda divisón del fútbol estadounidense. Su historia.

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Nacieron estrellados en una jungla de cemento reinada por Yankees, Giants y Knicks. Si bien la ciudad de Nueva York ofreció desde siempre un sinfín de entretenimiento, el fútbol no tenía cabida. Hasta que en los 70 apareció el Cosmos, el primer equipo galáctico que conoció el mundo. Aquel proyecto que reunió a estrellas como Pelé y Franz Beckenbauer, y cuya misma opulencia lo llevó a desaparecer, renació. Sin el brillo ni los lujos de los buenos años, pero con la meta de volver a ser.

El 10 de junio de 1975 fue una jornada determinante para el club fundado por Warner Communications cinco años antes. Ese día firmó Pelé, 34 años, retirado del fútbol, inactivo desde hacía ocho meses. Aparte de los 2.800.000 dólares que figuraron en el contrato, fue vital la gestión del secretario de Estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger, quien convenció al ministro de Relaciones Exteriores de Brasil de que el fichaje de O Rey era por el bien de la relación bilateral entre Estados Unidos y Brasil.

“Peleey” fue el abanderado de un equipo por el que desfilaron estrellas: Beckenbauer, Carlos Alberto, Giorgio Chinaglia, Johan Neeskens, Ramón Mifflin, Julio César Romero, Roberto Cabañas. Incluso hubo jugadores en calidad de invitados, como Gordon Banks, Rivelino y Johan Cruyff. Nadie quería perderse el show. Ni Bugs Bunny, la mascota oficial, ni celebridades como Mick Jagger o Muhammad Ali.

El equipo insignia del soccer llevaba el verde y amarillo en honor al Brasil de 1970, y su nombre derivaba de “cosmopolita”. Ganó cinco ligas en 14 años y llegó a jugar ante casi ochenta mil personas en el Giants Stadium, sobre un césped marcado por las yardas del fútbol americano.

“A veces, en el vestuario, creo que estoy en Hollywood”, confesó alguna vez Beckenbauer. Toda una definición de la extravagancia del Cosmos, cuya idea de captar figuras fue imitada por el resto de la North American Soccer League (NASL). Así llegaron Eusebio, George Best y Bobby Moore. Pero el Cosmos forzó tanto las cifras que no soportó los costos y cerró en 1984.

Bicampeón con Cosmos y premiado como Jugador Más Valioso (MVP) de la NASL en 1983, el paraguayo Roberto Cabañas le señaló a PERFIL: “Era difícil ir a un país donde no había pasión futbolera. Era como si alguien intentara meter el béisbol en la Argentina: si no contrataba a los mejores del mundo, nadie iba a escuchar nada”.

Cosmos today. El 3 de agosto pasado, y con más de 12 mil personas, Cosmos jugó en un estadio universitario colmado e inició triunfal su nueva historia en la refundada NASL, liga de segundo nivel en el fútbol, por debajo de la Major League Soccer (MLS). El venezolano Giovanni Savarese, actual entrenador del plantel, explica el fenómeno: “Cosmos le llegó al corazón a mucha gente porque fue ese equipo que todo el mundo quiso, y la pasión que generó sigue muy viva ya que hay mucho seguimiento de lo que estamos haciendo”. Y con Pelé: es el presidente honorario.

El renacimiento del Cosmos llegó de la mano de la empresa árabe Sela Sports, que negoció la marca con el inglés Paul Kemsley, que la había comprado en 2009 a Peppe Pinton, ex manager del club. “La directiva quiere que esto perdure por siempre y no cometer el error de comprar por aquí y por allá. Aquí es paso a paso, pero queremos ser una organización de las mejores en el mundo del fútbol”, sentenció Savarese.

Con el brasileño-español Marcos Senna (38 años) como referente, Cosmos ganó nueve de 14 partidos, empató cuatro y cayó sólo una vez. Y hoy irá por el título en la final ante Atlanta Silverbacks. “Había que dar un primer paso y fue más sólido que el del Cosmos original –concluyó Savarese–. Replicar el pasado es imposible sin hacer un nuevo futuro”. En tiempos en que lo vintage está a la vanguardia, el Cosmos no escapa a la tendencia. Ya lo dijo Pelé: “The Cosmos is back”.

(*) Esta nota fue publicada en la edición impresa del Diario Perfil.