En agosto de 2017, Ramón Ábila firmó con Boca pero fue a préstamo a Huracán.
La idea del cuerpo técnico comandado por Guillermo Barros Schelotto era disponer del futbolista recién a principio del año siguiente, cuando el equipo comenzara a jugar la Copa Libertadores.
No imaginaba el Mellizo la lesión de Darío Benedetto, esa rotura de ligamentos de su rodilla derecha ocurrida en octubre, ante Racing en la Bombonera, que dejó al delantero sin chance mundialista.
Ábila empezó a entrenarse con Boca incluso antes del inicio de la pretemporada de verano, en los últimos días del año pasado.
El delantero no había podido terminar el torneo con Huracán, una lesión en un partido con Vélez, en noviembre, lo retiró del Globo antes de tiempo.
Del pase de Wanchope se dijo que era un pedido del presidente, Daniel Angelici. Que el mandamás de Boca quería preparar el terreno para la llegada de Carlos Tevez, por entonces en el fútbol chino.
Ahora, un año después de aquel mercado de pases, el día posterior a la derrota con Barcelona, el entrenador desmintió los viejos rumores y explicó el motivo principal por el cual eligió al delantero entre otros posibles refuerzos.
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