Boca no confía en la Conmebol. Los polémicos casos de Carlos Sánchez y Bruno Zuculini obligan a los clubes a tomar los recaudos necesarios para no sufrir imprevistos ante el tribunal de disciplina del organismo.
Ramón Ábila entrena en la mañana de este miércoles con los futbolistas que no viajarán a Paraguay para la revancha contra Libertad. En el club temen que salte una suspensión que el delantero debería de su paso por Huracán.
A Wanchope lo expulsaron en la final de la Copa Sudamericana 2015. Fue sancionado con tres fechas de suspensión. Con la famosa amnistía de la Conmebol, la pena se le redujo a un solo partido.
En febrero de 2016, el Globo enfrentó a Caracas, de Venezuela, por la Copa Libertadores. Esa noche, el delantero no fue citado y purgó su pena. Pero en Boca no se fían. Por eso, cuerpo técnico y dirigentes quieren asegurarse de que esté habilitado para jugar antes de subirlo al avión rumbo a Asunción.
La confusión. El partido entre Huracán y el equipo venezolano se disputó el 2 de febrero de 2016. Quince días después, la Conmebol emitió una circular en la que Ábila seguía figurando como "deudor" de un partido. Boca teme que ese error del organismo, que omitió quitar al delantero de sus registros disciplinarios, pueda ser la base de un eventual reclamo de los paraguayos.
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