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Hubo mate, obvio, pero se suspendieron las rondas. Cada uno cebaba y tomaba del suyo. El alcohol en gel se mezclaba con las botellitas de agua y bebida isotónica etiquetadas para que no pudieran ser compartidas y no hubiera riesgo de contagio.
Mientras en Argentina aún no hay fecha de regreso a las prácticas –ayer Claudio Tapia anunció que será cuando todo el país esté en fase 4–, del otro lado del Río, en Uruguay, los equipos volvieron a entrenarse esta semana bajo el esquema que supone esta nueva normalidad.
¡Volvimos! ⚽️ pic.twitter.com/nrnQrBWfpT
— Diego Forlán (@DiegoForlan7) June 15, 2020
Hace seis días que Uruguay no registra nuevos casos de coronavirus, aunque se mantiene en alerta, sobre todo, por las fronteras que comparte con Brasil, el país más afectado de la región. En estos meses de pandemia, el Gobierno uruguayo reportó 847 casos, 780 recuperados y 23 muertes.
Fue justamente por esta caída en la curva de contagios que se habilitó la vuelta de los entrenamientos con un protocolo especifico. Con seis jugadores en cada mitad de cancha, y con una distancia de al menos tres metros entre uno y otro, los clubes uruguayos terminaron con una inactividad que duró tres meses.
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— Nacional (@Nacional) June 16, 2020
Aunque todo se irá evaluando con el correr de las semanas, tanto la Asociación del Fútbol Uruguay como el sindicato de jugadores espera reiniciar el torneo el 15 de agosto. Solo se disputaron tres fechas del Apertura, que tiene como puntero a Rentistas, con 9 puntos.
