Editor General de Perfil.com
Este 6 de julio de 2020 se apagó la vida de Osvaldo 'Chiche' Sosa, pero un ACV lo había recluido en 2013. Un año antes de ese problema de salud, el exjugador y entrenador estaba entero física y mentalmente, con la esperanza de volver a trabajar, a salvar a algún equipo del descenso con las mejores armas que da el fútbol, con estrategia, con defensas ordenadas y con jugadores con buen pie, como lo tenía él en sus tiempos de jugador.
Aquí transcribimos aquella charla, quizá la última entrevista que le hicieron, para que lo recordemos de la mejor manera.
Los días de Osvaldo “Chiche” Sosa se reparten entre su familia, sus amigos y el descanso. Es que el ex jugador y director técnico hace casi dos años que no dirige a ningún equipo. Su último trabajo fue en Atlético de Tucumán y terminó abruptamente en marzo de 2010. Desde entonces, nada. “Estoy trabajando con Alicia Kirchner, dando charlas infanto juveniles porque a los chiquitos no los cuida nadie. Vamos a lugares de menos de dos mil habitantes, donde los pibes que juegan al fútbol, el carnicero del barrio los hace correr un poco”, explica su trabajo en el plan "Fútbol ahí, con la gente", del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. “Asesoramos a quienes trabajan con los chicos, para que no hagan cosas que hacen los grandes, porque muchas veces nos encontramos con que los hacen hacer pesas, lo suben uno arriba del otro y nosotros entendemos que los chicos, hasta los once o doce años, tienen que jugar al fútbol, con la pelota, no tienen que corren y hacer esas cosas de entrenamiento de los mayores, porque los terminan haciendo pelota”, explica.
Sergio Batista había planteado que las divisiones inferiores no tuvieran tabla de posiciones ni campeón. ¿Es la solución para formar a los chicos?
Ah, eso es imposible... ¿Cómo hacés con los padres? Nosotros decimos que hay que dividir a los chicos por edad y que jueguen todos los del plantel, aunque sean cinco minutos, pero los técnicos quieren ganar, los chicos quieren ganar, los padres son terribles... se quieren salvar con los chicos y los presionan mucho. A mi hijo Lautaro, que es categoría 2002, lo llevo a Estrella del Maldonado. Ataja en la categoría 2002 y en la 2001. Mi único consejo es que juegue y se divierta, que no se haga problemas.
¿Lo hace feliz dar estas charlas o sólo se entretiene?
Es un trabajo social muy bueno, porque la gente lo necesita. Esta tarea me permite devolverle al fútbol y a la gente algo de todo lo que me dieron. La gente lo agradece mucho. Entendemos que los chicos de seis años no pueden jugar con una pelota Nº 5, entonces le llevamos pelotas Nº 2, Nº 3, para que se empiecen a familiarizar. Le llevamos camisetas, buzos para el invierno, que les da el ministerio para los chiquitos. Pero ahora hace dos meses que estamos parados. Nosotros queremos organizar un curso para toda esta gente, que labura ad honorem, y encima pone plata, para asesorarlos.
¿Extraña dirigir en Primera División? ¿Se retiró usted o lo retiraron de hecho?
Mi último trabajo como entrenador fue en Atlético de Tucumán. Cuando llegamos, en el Apertura 2009, estaba en descenso directo, y empezamos a sumar puntos, hasta sacarlo del descenso y la promoción. Cuando empezó el Clausura 2010, empezamos a empatar, pero no ganábamos. Nos tocó San Lorenzo, Newell's y Banfield, (los tres peleaban el campeonato) empatamos los tres partidos, y me echaron. Empaté también en la cancha de Boca. Pero Atlético venía de ascender del Argentino A y de salir campeón del Nacional B, se lesionó el petiso Luis Rodríguez y entonces, chau! Después de eso, no me llamaron más, tuve algunas propuestas de Perú, pero no me interesaron. No me servían ni para hacer una diferencia económica, ni para salir campeón, así que las dejé pasar, pero de la Argentina tampoco me llamaron para nada.
¿Su experiencia no tiene importancia a la hora de buscar entrenadores?
Es que están dirigiendo todos los que no son técnicos o que recién se reciben. La mayoría no son técnicos. El de River (Matías Almeyda) no es técnico, (Diego) Maradona no era técnico, el de Colón (Mario Sciaqua) no es técnico. Se juega muy mal, juegan todos al cero a cero, y mal. Porque una cosa es defenderse y atacar, como le hacíamos nosotros a River y a Boca. Nos defendíamos, sí. Pero los atacábamos y le ganábamos. Pero estos solamente defienden, conservan el trabajo...
¿Cómo se cambia eso?
Los técnicos de experiencia hoy no tienen lugar. No sé cómo agarró (Alfio) Basile en Racing... porque los dirigentes y los hinchas de Racing se creen que tienen un equipazo, pero son todos de mediocres para abajo. No hablé con Coco de esto, pero él hace tiempo que quería ir a Racing, él empezó de chiquito en Racing, a los 15 años, es como si a mí me llamara Argentinos Juniors... ¿Cuántas veces me llamó para salvarlo del descenso? Mucha gente me decía: “¿cómo vas a agarrar Argentinos, si se va al descenso?” Y yo iba y lo salvaba, porque a Argentinos no le puedo decir que no... pero ahora que están bien, no me llaman, lo hice ascender... el fútbol es así, la gente es así... Luis Segura está muy bien en AFA, es un muy buen dirigente, conmigo nunca se llevó bien, pero es un buen dirigente.
¿Cómo se le gana al Barcelona?
Es difícil, juegan bien esos... Porque si los esperás, te terminan ganando. Los tenés que marcar e ir a atacarlos... como a Boca. A Boca lo esperás y te hacen un gol... Es cierto que el Barcelona es otra cosa, porque la agarra (Lionel) Messi y hace un desastre. Pero a Messi, en Sudamérica lo marcan mejor porque saben que siempre encara para adentro con la zurda. Dejalo que vaya para afuera, como le hago yo a (Juan Román) Riquelme... Dejalo que vaya para afuera... Cuando yo lo hago marcar a Riquelme, nunca le pegan una patada. Cuando va para adentro, que lo marquen, pero si va para afuera, dejalo, porque cuando va para afuera, tiene que volver, si no, se la tiene que dar al tres...
¿Es difícil enseñarle eso a los jugadores?
Sí, porque no les gusta el fútbol, no ven fútbol. Cuando yo era jugador, iba a ver reserva, tercera y primera cuando no jugaba. Cuando un próximo rival juega por televisión, los jugadores no lo miran, entonces lo tiene que mirar el director técnico. Es una barbaridad. No les gusta el fútbol, juegan a la Playstation, entonces es muy difícil la situación para los técnicos. Cuando llega la hora de jugar, a los jugadores les falta inventiva. Son básicos. Por ejemplo: todos los equipos tienen doble cinco, pero no se marcan entre los cuatro, entonces parece que todos los cinco son buenos, abren la pelota y los laterales tiran el centro, mientras los dos cinco se quedan solos, se meten adentro, defienden y juegan solos... ¿Son todos cracks los cinco? Claro, si nadie los marca, lo único que hacen es abrir la pelota, a un volante que tiene que hacer 50 metros para adelante y 50 metros para atrás, en lugar de poner un delantero que desborde. Por eso, los volantes, cuando llegan al fondo, no tienen piernas, no tienen fuerza, no tienen nada. Como hace el Barcelona: te pone tres adelante, que presionan cuando no tienen la pelota, pero cuando se te paran los tres de punta bien adelante, los tenés que marcar, si no los marcás, te matan... Los volantes de acá tienen que marcar, desbordar, tirar centros. Demasiado. ¿Cómo hacen? Es muy difìcil... entonces juegan todos con dos líneas de cuatro, con los dos abiertos que se hacen hombre a hombre todo el tiempo, corren 50 metros para un lado, 50 metros para el otro y no hacen nada porque están muertos... A Diego Rivero, por poner un ejemplo que tuve en Chacarita y ahora salió campeón con Boca, lo ponés por la raya, va dos veces al ataque y vuelve media... Entonces (Julio César) Falcioni lo puso de ocho, con un recorrido más razonable, porque el que tiene que desbordar es (Pablo) Mouche, el delantero.
¿Pagaría una entrada para ver a Boca?
Yo voy a ver a River. Pero no pago por ver a nadie. La única vez que pagué una entrada fue para ver a Sportivo Desamparados con Brown de Puerto Madryn, porque había dado una charla. Y les dije a los de River: si no les hacen cinco goles, no ascienden, porque los de Puerto Madryn son un desastre... Finalmente le ganaron 4 a 1.
¿Qué es lo que más extraña de dirigir? ¿Qué logro le quedó pendiente?
Lo único que quiero es trabajar para sentirme bien, nada más. Me gustaría volver a jugar porque extraño mucho más jugar que dirigir. Yo veo el fútbol y pienso que sería bárbaro jugar ahora, con lo que uno jugaba y el entrenamiento que tenés ahora... porque antes dábamos cuatro vueltas a la cancha todos los días y nada más. La verdad es esa, me gustaría mucho más volver a jugar que volver a dirigir, aunque jugar sea un sueño imposible.