El VAR no da descanso. Las polémicas decisiones de los árbitros, tampoco. Las suspicacias, menos. En la noche de Avellaneda no faltó nada. Dos goles anulados y una expulsión que debió ser y no fue marcaron el empate entre Racing y Flamengo.
La primera polémica ocurrió en el primer tiempo. El venezolano Alexis Herrera debió expulsar a Fabricio Domínguez: el defensor de Racing tenía una amarilla y cometió una infracción que justificaba una segunda amonestación, pero el árbitro le perdonó la vida. Sebastián Beccacece tomó nota y se apuró a cambiar a Domínguez por Pillud antes de que lo expulsaran.
Pero la jugada que se va a seguir discutiendo es el gol que le anuló a Licha López. Mena se proyecta, llega a una pelota dividida con Ribeiro, gana la posición y lanza un centro a la cabeza de Licha. Es el 2-1 pero el venezolado lo anula por una infracción previa, cuando Mena disputó la pelota con Ribeiro. Ni siquiera recurrió al VAR. Siga, siga. Segundo error decisivo.
Hubo más. Otro gol anulado a Racing. Fue una jugada que pasó de todo: un centro pasado, una llegada al fondo con la pelota sobre la línea de cal, un cabezazo al corazón de un área superpoblada, un rebote y, por fin, la definición de Reniero. Cuando nace la jugada Sigali estaba adelantado, pero el árbitro deja que siga, Racing convierte el gol y no lo cobra. Y jamás quedó claro por qué lo había anulado.
Sobre el final del encuentro, Herrera recurrió al VAR y después de que revisó la jugada tomó la decisión de expulsar al brasileño Thuler.
En un partido intenso, condimentado con buenas dosis de lluvia, los protagonistas de la noche volvieron a ser los errores arbitrales.
