viernes 26 de abril del 2024
Mundial 78

Luque: "Menotti me ofreció ser el 9 de la Selección mientras tomábamos un café en la peatonal de Mar del Plata"

Dedicado a captar talentos para River Plate en la zona de Cuyo, el segundo máximo goleador del Mundial de Argentina 78 revela cómo fue que el entrenador argentino lo convocó para ofrecerle el puesto de centrodelantero y ser el capitán o subcapitán.

Hoy, a sus 71 años, Leopoldo Jacinto Luque sigue disfrutando del fútbol en su faceta de catador de talentos que despliega en la zona de Cuyo para el club Atlético River Plate. “Recorro permanentemente todos los clubes y potreros que hay por la región de Cuyo para encontrar jugadores distintos, como necesita River. No es una tarea para nada sencilla pero me permite seguir vinculado al fútbol, mi gran pasión”, cuenta, en diálogo con 4-4-2, desde su casa en Villa Nueva, Guaymallén, Mendoza.

Ese mismo olfato que tiene para darse cuenta si un pibe tiene futuro o no dentro de una cancha, fue el que lo llevó a César Luis Menotti a apostar por él en el Mundial de Argentina 1978. Y que él se lo supo retribuir nada menos que marcando cuatro goles, dos menos que Mario Alberto Kempes, el máximo goleador del torneo. “Si bien uno siempre sueña con jugar en la Selección, jamás me imaginé que el Flaco se la iba a jugar por mí, porque yo era un delantero bastante grandecito, tenía 25 años. Siempre le voy a estar eternamente agradecido por haber confiado y apostado por mí. Por suerte, se lo pudo retribuir con los cuatro goles que convertí", agrega el ex futbolista surgido de Unión de Santa Fé. "Unión es mi segunda casa", dice, a la pasada. 

“Si te cuento cómo fue que me convocó para formar parte del equipo no me lo vas a creer. Fue en los primeros días de enero de 1978, yo estaba caminando por la peatonal de Mar del Plata con mi familia y de pronto se acerca el Flaco, la mira a mi mujer y le dice: cómo le va señora, no se enoja si lo invito a su marido a tomar un café conmigo mañana. Quédese tranquila que se lo voy a devolver enseguida. Con mi mujer nos miramos y no entendíamos nada. Al otro día nos juntamos y mientras el mozo nos servía el café, me miro fijo a la cara y me dijo: quiero que seas el centrodelantero y el capitán o subcapitán de la Selección, no me podés decir que no. Te espero en dos semanas en Buenos Aires para empezar a laburar con el resto de los muchachos, Pagó los cafés, y se fue.Yo me quedé sentado sin saber qué hacer”, recuerda, entre risas.   

Profesional como pocos, al día siguiente Luque cambió radicalmente su rutina de vacaciones, para empezar a entrenarse por su cuenta en la Rambla de Mar del Plata, a la espera de empezar a hacerlo con el plantel de la Selección. "Dejé de comer pesado y de tomar vino y todas las tardes salía, primero a caminar y después a correr por la Rambla. Muchos me miraban y no entendían qué estaba haciendo. Era la única manera que tenía para mantenerme en estado mientras disfrutaba de mis últimos días de vacaciones. Jamás me lo voy a poder olvidar ", concluye uno de los mejores centrodelanteros en la historia del fútbol argentino. .

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