martes 03 de diciembre del 2024
MUNDO BOCA

Mauro Astrada: "Por los atropellos que ví y sufrí tuve que dejar el fútbol, que es lo que más amo""

Desde Chile, donde está radicado junto a su familia, el ex arquero surgido de las divisiones inferiores de Boca rompió el silencio para hablar, por primera vez, de los motivos por los que decidió abandonar la actividad. Porqué no fue técnico y su curiosa profesión.

A cinco años de su retiro oficial del fútbol, que lo encontró defendiendo el arco de Deportivo Maipú de Mendoza, Mauro Román Astrada decidió romper el silencio para hablar de los verdaderos motivos que lo llevaron a tomar la dura decisión de dejar de lado lo que siempre amó en la vida: el fútbol. “El fútbol es lo que más amo en la vida, y si bien me dio muchas alegrías, también me hizo ver muchas cosas que no estaba dispuesto a tolerar, porque no iban con mi manera de ser ni en la cancha, ni en la vida”, confiesa, en diálogo con 442, el mediano de los tres hermanos Astrada, todos futbolistas, desde su casa ubicada en la ciudad chilena de Temuco.

“Si bien mi verdadero anhelo deportivo era ser director técnico más que jugador, no lo fui porque para ser un entrenador como yo quiero tengo que poder pegar un portazo cuando vea cosas que no me gustan, como las que me tocaron presenciar y vivir en carne propia durante mis años de jugador. Esa fue la verdadera razón por la que decidí dejar el fútbol. Nunca me banqué los atropellos ni los aprietes”,agrega, el oriundo de la ciudad santafesina de Chabás, conocida como la Cuna del Fútbol. 

 

 

Surgido de las inferiores de Boca, donde no pudo debutar en Primera, compartir el vestuario y el día a día con el plantel profesional le sirvió para darse cuenta de que el fútbol no era todo lo lindo que él creía. “Una vez perdimos un partido increíble y a la semana apareció la barra brava con Dizeo a la cabeza y nos encerraron en el vestuario y sacaron armas. Decí que Bermúdez y Palermo los enfrentaron y zafamos. Y, el último partido que jugué en Deportivo Maipú, como quedamos afuera de los play-off por un penal que erramos a cinco minutos del final, la barra entró al vestuario y casi nos matan a todos. Y te puedo contar muchísimas más”, afirma.

 

Con el gran dolor que le provoca no poder seguir vinculado al fútbol, hoy, el presente lo encuentra disfrutando de su hermosa familia constituida por su mujer Angie y sus tres hijos (Zoe, de 14 años, Gianni, de 8 y Gennaro, de 8 meses), y de una profesión que nunca estuvo en sus planes: empleado bancario. “Cuando jugaba en Temuco de Chile, entablé relación con un ejecutivo de cuentas del banco donde yo era cliente y justo cuando me decidí a dejar el fútbol me escribió para preguntarme cómo andaba. Cuando le conté mi decisión, me dijo que estaba loco. Pero a los pocos meses me llamó para decirme que había una vacante en una de las sucursales del banco, y como a mi mujer le habían ofrecido volver a trabajar como profesora de Educación Física, hicimos las valijas y nos volvimos a Chile, para radicarnos definitivamente”, relata quien también defendió la valla de Sportivo Italiano, Temperley, Gimnasia y Esgrima de Mendoza, Deportivo Merlo y de la Asociación Atlético Luján de Cuyo, entre otros equipos.

Mauro Astrada

 

Claro que sus comienzos en el Banco Estado de Chile no fueron para nada fáciles, ya que tuvo que adaptarse a un trabajo totalmente desconocido para él. “Empecé a trabajar como cajero porque no podía validar mi título secundario de Argentina. Por suerte, lo pude solucionar y ahora estoy a punto de recibirme de Técnico en Operación Financiera y Bancaria, lo que me habilita a pelear por un puesto jerárquico. Además, para despuntar el vicio, soy el arquero del equipo del banco con el que ganamos los tres últimos campeonatos nacionales  Y, como yapa, el año pasado me dieron el premio al mejor deportista nacional”, dice, antes de hacer una simpática confesión: “Si hay algo que no me gusta de esta profesión es tener que usar saco y corbata. Por eso, también extraño el fútbol”, concluye.