Sebastián Domínguez se retiró del fútbol profesional hace apenas tres años. En este tiempo, se convirtió en una de las gratas apariciones de los canales deportivos de TV, con reflexiones más profundas que las que dominan las grillas televisivas y conceptos claros a la hora de analizar el juego. Hoy, validando esa teoría y luego del anuncio de Fernando Gago, se refirió a lo que siente un futbolista cuando llega su retiro de la actividad profesional: “El futbolista piensa que las cosas son eternas. Vos siempre crees que tenés 28 años. Te cuesta verte viejo. Siempre estás bien, siempre estás a la altura de un pibe de 18 años. Y de repente eso se termina. Es una especie de muerte. Las cosas se terminan de verdad”.
Domínguez lo dijo en el programa ESPN F90, conducido por Sebastián Vignolo. Oscar Ruggeri le daba la razón y añadía comentarios sobre esa situación, que para muchos futbolistas ha resultado trágica: el retiro muchas veces se convierte en depresión, y la depresión en suicidio. El año pasado, el caso de Julio César Toresani lo volvió a evidenciar.
Pero antes de Toresani le había pasado a Fernando Gamboa, Matías Almeyda, Nelson Vivas y a muchísimos más, incluso al secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados, Sergio Marchi.
“Arrancás a los seis años. Le dedicás toda tu niñez, tu adolescencia y tu juventud a un deporte, que luego es un laburo, una profesión. Y a los 35, cuando un médico empieza a ejercer, te vas. Y por más de que te vayas bien y que tengas dinero, te falta la profesión. Eso lo añoras”, le explicó el año pasado Marchi a PERFIL.
En esa misma línea, hoy Seba Domínguez aseguró: “Nosotros a los 45 estamos de vuelta de todo lo que hicimos. Por eso jodemos con Benjamin Button. Un jugador de 35 años empieza a sentir cosas que las tendría que sentir con 65. Y ahí sentimos una carga. ¿Cómo te preparás para eso?”.
Por el retiro y el vacío del que habló Domínguez, Futbolistas Argentinos Agremiados lanzó el Programa Social Fondo de Retiro, un reconocimiento económico que da el sindicato a los jugadores y “un estímulo para emprender el nuevo camino”.