jueves 25 de abril del 2024
Copa Libertadores

Tevez, el emblema de un Boca que sueña con todo

En el 2-0 ante Racing, el Apache fue decisivo. Y si Boca no goleó fue por el arquero Arias, la otra figura del partido.

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Boca ganó y pasó a semifinales de la Copa Libertadores, pero quedó claro que mereció algo más, y si mereció algo más fue porque lo tuvo a Carlos Tevez. Pero si eso que mereció no lo concretó fue porque en el arco de Racing estuvo Gabriel Arias. Fueron, sin dudas, las figuras del partido en la noche de la Bombonera.

Tevez no convirtió, pero fue decisivo. En estos partidos donde manda la experiencia, un jugador como el Apache es determinante. En cada una de las jugadas de riesgo que generó el equipo de Miguel Angel Russo, Tevez fue partícipe necesario. A los 36 años es el conductor de un equipo que aspira a pelear la Libertadores.

Tuvo, además, un gesto notable: cuando Lisandro López le convirtió el penal a Salvio, que significaba la posibilidad del 2-0 y el pase a semifinal, el capitán lo dejó a Sebastián Villa para que lo ejecute. Fue una forma de darle confianza al joven delantero colombiano.

Durante el primer tiempo, cuando Boca metió a Racing en el área y solo hizo un gol porque Arias tuvo una noche inspirada, Tevez desequilibró y jugó con criterio. Por derecha, como enganche, dentro del área. Con criterio para seguir o para habilitar al compañero mejor posicionado.

Arias, la figura de Racing

Y en ese primer tiempo, precisamente, fue que Tevez chocó con la muralla Arias. Tuvo dos oportunidades clarísimas que resolvió el arquero. En una, el Apache disparó desde el punto del penal y el arquero tapó el tiro gracias a una gran reacción, y en la segunda, esta vez desde el borde del área, el arquero la sacó por encima del travesaño.

En definitiva, en la cálida noche de verano hubo dos figuras determinantes: Tevez, que fue el motor de las tantas situaciones que generó Boca, y Arias, que gracias a una actuación impecable generó que el xeneize solo convirtiera dos goles.

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