Como con todos los integrantes de la Selección argentina que ganaron el Mundial de 1986 y llegaron a la final de Italia 1990, Carlos Bilardo dejó una huella imborrable en Pedro Troglio, quien pese a su identificación con Gimnasia primero como jugador y después como entrenador nunca dejó de mencionar al Doctor como uno de sus grandes maestros tanto en su carrera como en la vida.
“Lo quiero muchísimo. Después el destino me llevó a Gimnasia y eso me generó problemas porque yo no puedo no nombrar a alguien tan importante en mi vida como Carlos por más que ame a Gimnasia. Sería muy ingrato de parte mía. Yo primero tuve a Bilardo y después me tocó ir a Gimnasia. Y cuando vos empezás a cumplir años, tus maestros también y empiezan a estar enfermos y te empieza a generar un dolor como la ida del Tata Brown", explicó emocionado el ex futbolista que le convirtió un tanto a Unión Soviética en la fase de grupos del Mundial de Italia.
Justamente al cumplirse 30 años de aquel Mundial que quedó grabado en la memoria de muchos argentinos por los penales, El Gráfico a través de Daniel Arcucci está lanzando una serie de entrevistas con los protagonistas de aquel equipo que estuvo cerca del bicampeonato a pesar de las críticas por su juego poco vistoso.
Y Troglio, sensible por el estado de salud de Bilardo y por la situación personal de encontrarse solo en Honduras donde está dirigiendo, no pudo contener las lágrimas: "Yo podría haberla hecho más fácil y no nombrarlo. Nombrar solamente a Griguol, al Bambino Veira, a Dino Zoff, a Gregorio Pérez y no nombrar a nadie más. Además lo adoro como ser humano, fue muy importante para mí. Es alguien que quiero mucho y espero que esté bien. Me tocó llegar a Gimnasia y luchar con eso pero soy un agradecido".
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