
Periodista
River va a jugar mañana a la noche su segundo partido por Copa Libertadores ante un rival, Barcelona, con el que seguramente va a competir por liderar el grupo, y con otros rivales que son sus urgencias y sus desafíos, los que Marcelo Gallardo debe resolver para salir de este 2025 envuelto en altibajos y falta de estilo.
El primer desafío está vinculado al equipo y al funcionamiento que asoma poco y desaparece mucho. En 15 partidos que jugó en el año, cuesta encontrar una base titular y los nombres que podrían ser indiscutidos salen de los dedos de una mano.
Franco Armani, Paulo Díaz —que paradójicamente arrancó el año de suplente—, Gonzalo Montiel y Enzo Pérez son los únicos jugadores que se convirtieron en irreemplazables y que estuvieron a la altura de las expectativas. Demasiado poco para esta altura de la temporada.

Este grupo de jugadores, junto a los que lograron la victoria en Perú la semana pasada, alimentando o ilusionando que puede despegar, van a salir al campo de juego contra Barcelona y son: Franco Armani, Montiel, Paulo Díaz, Lucas Martínez Quarta y Marcos Acuña; Enzo Pérez, Kevin Castaño, Maxi Meza y Mastantuono; Seba Driussi y Facundo Colidio.
El otro desafío será jugar sin público y sin esa presión que significa el Monumental con 85 mil personas. La sanción de la Conmebol de jugar a puertas cerradas por las bengalas en la semifinal del año pasado se va a cumplir mañana contra el Barcelona. Ese será otro obstáculo para River y por cómo puede afectar al rival que no va a sentir esa presión.
Precisamente el equipo de Guayaquil es toda una muestra para este River y su necesidad de hacerse fuerte ante rivales complicados, algo que no puede resolver en el torneo local. Barcelona llega descansado porque no jugó la fecha local y su último juego data del debut en la Libertadores, ganándole a Independiente del Valle por 1-0.

En cuanto a sus números, acumuló 15 puntos sobre 18 posibles y Barcelona ganó cinco de los seis partidos que jugó en el torneo ecuatoriano, en los que marcó 11 goles y recibió 7. Si le sumamos los encuentros por la Libertadores, acumula 8 triunfos en 11 partidos, con sólo dos caídas, ya que viene pisando fuerte desde la clasificación.
Otro desafío que tendrá Gallardo es lograr que el equipo tenga un sello y un estilo de juego en la mayor cantidad de minutos del partido. Eso solo pasó una vez en 15 partidos, contra Atlético Tucumán, a quien le ganó 1-0 pero terminó sufriendo mucho por los problemas defensivos que empezaron a aparecer luego de ese encuentro y se notó con Central y con Sarmiento, donde la figura fue Armani.

Por último, Gallardo y River deben superar un hecho muy simbólico, que es hacer que algunos de sus figuras y sus nombres levanten banderas históricas y que eso no recaiga casi en cuentagotas en lo que pueda hacer Mastantuono. Es tiempo de Driussi, de Meza, de Acuña, de Colidio o de Enzo Pérez, son ellos los que deben hacer que River sea el equipo que busca ser desde que arrancó el proyecto nuevo de Gallardo.



