martes 10 de diciembre del 2024
Los insultos no tienen aforo

Volvieron los hinchas, volvió la furia

En la última semana estallaron las tribunas de Racing, San Lorenzo e Independiente. Con gente en los estadios, regresó también la presión que condiciona a los dirigentes.

Volvieron los hinchas, y con los hinchas volvió la ansiedad, y con la ansiedad, los reclamos, y con los reclamos, los insultos, y con los insultos, los condicionamientos, y con los condicionamientos, las decisiones apresuradas. Todo está como era entonces. La tensión en el fútbol también salió de la cuarentena.

Esta semana los estadios ardieron. Tres ejemplos: el viernes pasado el Cilindro de Racing fue un hervidero, este miércoles la furia se trasladó a la cancha de San Lorenzo, y un día después estalló la de Independiente. Los insultos que hasta hace menos de un mes no se escuchaban más allá del living o se limitaban a una catarsis en redes sociales, ahora volvieron a su ámbito original: las tribunas.

La ecuación es la de siempre: en las tribunas hay gente, la gente reclama y los directivos echan entrenadores. Era inevitable: el regreso de los hinchas, además de darle clima y color a los partidos, provoca daños colaterales. La demencia no tiene aforo.

 

Racing, con nuevo DT

La presencia de hinchas de la Academia fue determinante. Cuando la fecha pasada Racing perdió en su cancha ante Platense la reacción fue inmediata: insultaron a los dirigentes, silbaron al equipo y, como contrapartida, ovacionaron a Diego Milito. Pudo haber sido el primer triunfo en el Cilindro con hinchas, pero fue una noche lamentable. El gol del Calamar desató la ira. De un tímido “Milito hay uno solo…”, en referencia al ex secretario técnico que se fue del club enfrentado con el presidente Víctor Blanco, pasaron a un directo “¡La comisión, la comisión, se va a la puta que los parió!”.

“Fue injusta la actitud de la gente”, había dicho Licha López cuando los hinchas reclamaron por el empate ante Estudiantes. Pero los hinchas no registraron al ídolo. Y la presión derivó en un volantazo de los dirigentes: contrataron como entrenador a Fernando Gago, que tres fechas antes se había ido de Aldosivi después de perder seis partidos consecutivos. El plan de los dirigentes de Racing de sostener a Claudio Úbeda hasta fin de año duró hasta que se abrieron las puertas del Cilindro.

 

San Lorenzo sin DT

Lo del Ciclón fue similar: derrota ante Lanús en el Bajo Flores, insultos, reproches y la salida de Paolo Montero como entrenador. Claro que el reclamo de los hinchas del Ciclón era más ambicioso: "Que se vayan todos, que no quede, ni uno solo", gritaron con la paciencia al límite en las tribunas del Nuevo Gasómetro.

Al técnico uruguayo no le dieron ni la chance del clásico. Este domingo San Lorenzo visita a Huracán con Diego Monarriz y Daniel Di Leo como entrenadores interinos. Montero ya es recuerdo, aunque poco grato: apenas ganó cuatro partidos de 17. Esta pobre campaña, sumada a la crisis institucional y económica que ahoga al club, estalló en las tribunas y aceleró las decisiones.

Hinchas de Independiente

En rojo

Independiente se subió a un tobogán peligroso. Después de una campaña con buenas y malas, en las últimas cuatro fechas sólo sacó tres puntos. Los dos empates de local hicieron estallar el Libertadores de América. A la floja campaña del equipo se le suma la otra campaña, la política. Dentro de dos meses habrá elecciones y los misiles tienen la firma de oficialistas y opositores.

Este jueves la bronca de los hinchas llegó al climax. El gran destinatario fue, por supuesto, el presidente Hugo Moyano. También hubo reclamos para los jugadores. Y si bien el entrenador Julio Falcioni se salvó de los insultos y por ahora su lugar no corre riesgos, tampoco está inmune a próximos reclamos.

Los hinchas aportan un ambiente único para jugar los partidos. Pero también generan una presión que duele derivar en decisiones drásticas. Desde que habilitaron las tribunas se jugaron cuatro fechas y cuatro técnicos fueron eyectados: además de Montero de San Lorenzo, se quedaron afuera Omar De Felipe (Atlético Tucumán), Fernando Gamboa (Newell’s) y Javier Sanguinetti (Banfield). La picadora de carne también se alimenta de los insultos de los hinchas.