jueves 28 de marzo del 2024

Marihuana en el deporte: cuidado con el canabidiol

Este verano se dio a conocer una “supuesta” autorización para el uso del aceite de cannabis en deportistas. ¿Por qué es peligroso?

Los primeros días del año, casi sin competencias deportivas, son difíciles de llenar en cuanto a noticias. En esta etapa del año, las pretemporadas recién son un esbozo y los refuerzos son rumores que caen a cuenta gotas. Para colmo, esta año, ni siquiera está definido cuándo se reanuda la Superliga. A partir de esa realidad, siempre se abren espacios para historias paralelas. Historias como la del matrimonio fallido entre las drogas sociales y el deporte.

Históricamente, la mayor cantidad de resultados adversos por marihuana aparecieron en los primeros meses del año. No es un dato casual, es fruto de una conjunción entre la relajación del verano y la falta de instrucción sobre el consumo.

En este verano del 2020, se popularizó una “supuesta” nueva autorización para el uso del aceite de cannabis en deportistas. Una información no del todo cierta, porque el canabidiol aparece dentro de las excepciones de la lista de la Organización Mundial Antidopaje (WADA) desde hace dos años: hizo su aparición triunfal en la lista de 2018.

El artículo de Fernando Soriano en Infobae “Cambio histórico: ya es legal el uso de aceite de cannabis en el deporte argentino” es un muy buen compendio de historias que nacen de una afirmación flexible y que dejan como mensaje un atisbo de peligro latente para los deportistas.

Con Fernando nos conocemos desde hace varios años, en las reuniones de la peña de amigos, muchas veces terminamos charlando sobre nuestras miradas, por momentos concordantes y por momentos contrapuestas, sobre la relación entre la marihuana y el deporte. Su libro “Marihuana. La historia. De Manuel Belgrano a las copas cannábicas” es una lectura muy interesante para quien quiera adentrarse en el tema. Su mirada, desde una perspectiva proconsumista e inocua, puede llegar a ser muy peligrosa para quien quiera vivir del deporte de alto rendimiento.

En primer lugar, como uno de los aspectos preocupantes, está la obtención del producto y su real composición. Las empresas que lo comercializan afirman que los productos no tienen suficiente cantidad de tetrahidrocannabinol (THC) en su concentración para causar alteraciones en el sistema nervioso central. Lo que no quiere decir que no tengan THC en absoluto y que no puedan terminar dando positivo en un control antidoping.

La lista de sustancias prohibidas de WADA es clara, en su clasificación S8, en cuanto a que: “Los canabinoides siguientes están prohibidos: Canabinoides naturales por ejemplo:canabis, hachísymarihuana. Canabinoides sintéticospor ej:Δ9-tetrahidrocanabinol(THC) yotros canabimiméticos”.

Para hacerse una idea de la dificultad que existe en la obtención de productos puros y rotulados correctamente, hace un par de semanas, la U.S. Food and Drug Administration (FDA), organismo estatal norteamericano encargado de controlar productos alimenticios y medicamentosos, denunció a varias compañías que venden productos que contienen cannabidiol por cuestiones de seguridad y rotulación. Las violaciones van desde la comercialización de nuevos medicamentos no aprobados, la venta de productos de CBD como suplementos dietéticos (como si fueran comprimidos de vitamina C) y la adición de canabidiol a alimentos humanos y animales. La relación entre los productos norteamericanos y su rotulación es una historia en si misma.

Empresas como Charlotte's Web, una de las compañías más reconocidas en productos cannábicos, ha llegado a generar ingresos anuales por 70 millones de dólares. En un comunicado reciente afirmó que “considera que sus productos están etiquetados con precisión y que los reclamos carecen de fundamento”.

Si esto pasa en productos farmacéuticos

manufacturados, imagínese la seguridad que le puede brindar un

producto casero o artesanal de canabidiol.

Hoy, el aceite de marihuana está poniéndose de moda en varios campos de la medicina, especialmente en oncología y salud mental. Aquí no se procura afirmar ni discutir esos beneficios, simplemente se busca alertar a los deportistas: esos pacientes no hacen alto rendimiento ni se someten a controles antidoping. La popularización del CBD lanzará a los médicos del deporte a un territorio, por el momento y para algunos, desconocido.

Retomando el artículo de Soriano, hay una entrevista a Leonardo Di Lorenzo, un futbolista comprometido socialmente y una de las figuras actuales de Temperley. Tiki Tiki, como se lo conoce cariñosamente, asegura “estar feliz por lo que considera un notición” y se sincera: “Venía consumiendo aceite con CBD pero ante un partido con control antidoping suspendí su uso”.

Ese es el segundo motivo por el cual el artículo de Fernando es peligroso y en este punto radica, el objetivo principal de la columna: es un llamado a la reflexión para Di Lorenzo y los Di Lorenzo, especialmente aquellos que hayan leído la noticia sin profundizar, que no se asesoran y que puedan llegar a lamentarse después.

A ciencia cierta, en cuanto a la marihuana y el doping, nada cambió: el cannabis no genera ningún efecto positivo en el futbolista pero sigue figurando en la lista. Lamentablemente, muchas carreras deportivas se han truncado por un hecho remediable e injusto, que con educación no hubiese pasado.

Ya lo decía Stephen Hawking: “El mayor enemigo del conocimiento no es la ignorancia, es la ilusión del conocimiento”. Sean cautelosos y no consuman nada sin, por las dudas, consultarlo varias veces.

Fe de erratas: En la entrevista de Fernando Soriano, quien se considera "antiprohibicionista" y no "proconsumo", se hace mención a que Di Lorenzo advirtió al cuerpo médico y técnico sobre el consumo. Por eso, esa oración fue retirada del texto original.